La empresa pública es la que más aumentó los sueldos y menos los beneficios en 1991
Las empresas del Estado son las que obtuvieron peores crecimientos de los resultados el año pasado. Pese a ello, registraron subidas salariales superiores a las de las empresas privadas. Según la central de balances del Banco de España, en 1991 el salario medio creció un 9,9% en las empresas públicas, frente a un 7,8% en las privadas. Los gastos globales de personal también crecieron más en las empresas públicas que en las privadas. La subida salarial media para el conjunto de empresas fue del 8,4%, mientras los resultados netos cayeron un 37%.
La mayor subida salarial en las empresas públicas ha hecho que los gastos globales de personal crezcan un 11,9%, mientras que en las empresas privadas el aumento ha sido del 10,6%. Los gastos globales de personal incluyen, además de los salarios, las cotizaciones a la Seguridad Social, las aportaciones a fondos de pensiones, las pensiones directas y las indemnizaciones.Según el Banco de España, los mayores crecimientos salariales de las empresas públicas se deben al fuerte aumento de las indemnizaciones por despido, que han pasado a representar el 6,9% de la masa salarial, y a las aportaciones a fondos de pensiones, que eran prácticamente inexistentes en 1988 y suponen ahora el 5,9% de la masa salarial. Las indemnizaciones por despido en las empresas públicas pesaban apenas un 1,4% en los gastos de personal en 1988, y los fondos de pensiones un 0,9%.
El valor añadido generado por las empresas públicas creció menos de la mitad que el de las privadas: un 2,9% frente al 6,4%. El valor añadido es el aumento de precio que se aplica a un producto para cubrir los costes y obtener beneficios. Los recursos generados -el valor añadido una vez deducidos gastos financieros e impuestos- cayó en las sociedades públicas un 4,8%, casi el doble que el 2,7% de las privadas.
A nivel general, 1991 fue el peor año para las empresas desde que en 1982 se puso en marcha la central de balances del Banco de España, aunque 1990 ya fue un mal año. El excedente empresarial, un indicador básico para medir las perspectivas de inversión y, en consecuencia, empleo, fue menor que el del año anterior en un 2,4%. Como con secuencia de esté descenso, los beneficos después de impuestos descendieron un 37%. El excedente empresarial es la parte del valor añadido que no se destina a gastos de personal y de donde se pagan los impuestos, se realizan las inversiones y las amortizaciones, y se reparten beneficios.
Según el director general del Banco de España, Luis Malo de Molina, este empeoramiento de los resultados de las empresas se debe a la pérdida de competitividad, que frena el aumento de las ventas, y al crecimiento de los gastos financieros y de personal.
La agudización de la crisis económica ha reducido por primera vez en 10 años el empleo fijo, que ha descendido un 0,2%, cuando los dos años anteriores había crecido el 0,5%. Entre los trabajadores no fijos se ha roto el crecimiento de los últimos años, con un descenso del 1,2%. El año anterior el empleo aumentó un 4,2%.
Cláusula de revisión
Como consecuencia de todo esto, el Banco de España afirma que los salarios no pueden crecer de forma automática si paralelamente no aumentan los beneficios empresariales. La propuesta de congelación salarial para años con malos resultados económicos la ha lanzado el director general de la entidad, Luis Malo de Molina, y está en línea con lo que acaba de hacer el ministro de Economía, Carlos Solchaga, en los presupuestos del Estado: eliminar la cláusula de revisión salarial automática para que en años malos como los que se avecinan por la exigencia del Tratado de Maastricht de reducir el déficit público, los salarios no aumenten de forma automática.
Malo de Molina ha puesto como ejemplo que seguir el caso de Italia, donde se ha logrado un acuerdo con los sindicatos para acabar con la escala móvil salarial, y el caso británico, donde en plena recesión económica los salarios han quedado congelados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.