El grupo Cor admite la quiebra que tramita el Juzgado 10 de Barcelona

El grupo Cor ha admitido el proceso de quiebra necesaria que tramita el Juzgado número 10 de Barcelona y ha retirado los recursos presentados para que siguiera adelante el proceso de suspensión de pagos que abordaba el Juzgado número 60 de Madrid, según fuentes jurídicas del grupo financiero que preside Jesús Balaguer.

Con este nuevo paso se cierra una pugna jurídica que ha durado más de ocho meses, que enfrentaba a dos juzgados y que ha bloqueado la actividad de la sociedad. Esta pugna jurídica ha estado a punto de llevar el caso al Tribunal Supremo y retrasar su desenlace definitivo al menos dos años. El Supremo hubiera encargado el caso a uno de los dos juzgados enfrentados.Ahora el juzgado número 10 de Barcelona tiene las manos libres para agilizar la quiebra, con lo que los acreedores pueden recuperar sus deudas en un plazo más corto. Esta renuncia de Cor a seguir con la suspensión de pagos se produce después de que un acreedor de la empresa que había instado la quiebra en el juzgado número de 18 de Madrid haya desistido, asimismo, de esta petición. El titular del juzgado 10 de Barcelona podrá ahora agilizar un proceso que por su tardanza ha deteriorado los activos más valiosos del grupo financiero, los inmobiliarios.

El pasado día 24 de febrero el grupo financiero Cor presentaba suspensión de pagos en Madrid con un pasivo de 3.142 millones de pesetas al no poder atender sus pagos más inmediatos. Cuatro días más tarde, el juzgado número 10 de Barcelona admitía a trámite la quiebra necesaria del grupo instada por el bufete de Antonio Peñarroja a instancia de un grupo de acreedores.

Desde entonces se ha seguido un complicado y doble proceso legal en el que los acreedores no han logrado ponerse de acuerdo para formar un comité que negociara el pago de sus deudas.

El 30 de marzo pasado el juzgado recibió el nuevo balance de situación del momento de la suspensión de pagos, en el se recoge que el pasivo se ampliaba hasta los 4.780 millones de pesetas. El activo de la sociedad, cifrado en el expediente de suspensión de pagos en 8. 100 millones de pesetas, se reduce a 6.618 millones.