La ciudad vuelve a ser un variopinto 'manifestódromo'

Madrid cambia de delegado del Gobierno, pero los colectivos so ciales de toda España continúan acudiendo a la capital cuando quieren protestar. Sobre esto conversaron ayer el alcalde, José María Álvarez del Manzano, y el nuevo delegado, Miguel Solans. El alcalde quiere espacios acota dos para celebrar estas manifestaciones y que así no alteren el funcionamiento normal de la ciudad. Álvarez del Manzano no habla de manifiestódromos porque los considera muy "utópicos", y se conforma con que los organizadores de las protestas respeten los ejes principales de Madrid. Solans reiteró que la manifestación es un derecho que debe conjugarse con el de los demás ciudadanos a circular. Mientras discurría esta charla teórica, la práctica ya se había planteado en las calles para poner a prueba a Solans en su recién estrenado cargo.Hasta cinco citas El día empezó con las advertencias del gabinete de Circulación de Ayuntamiento: cinco manifestaciones en otros tantos puntos de la ciudad. La primera fue temprano: unos 4.000 trabajadores de la empresa FESA-Enfersa se concentraron ante el Ministerio de Industria (Castellana, 50) desde las ocho de la mañana. Cortaron el lateral del paseo de la Castellana en sentido norte a las once, invadieron Cuzco sobre las 12.15, para después cruzar hasta la cercana Embajada de Kuwait y se dirigieron por el lateral de bajada hacia la sede del Aresbank.

Los medidores de saturación e intensidad de coches parados y en movimiento alcanzaron por la mañana índices similares a los de otros días. Las congestiones, muy localizadas, se subsanaron con itinerarios alternativos. Diciembre y los primeros días de mes siempre son fechas conflictivas para la circulación. Alrededor de las 11.45, trabajadores de Amper se situaban ante el edificio de Telefónica, en la Gran Vía. Los manifestantes se salieron de la acera y ocuparon el carril bus. Otra cita, la de los empleados de la agencia Zúrich, en la calle del General Martínez Campos, apenas se notó. Por la tarde los problemas se concentraron en dos puntos. En la calle de Santa Engracia, entre la glorieta del Pintor Sorolla (Iglesia) y la plaza de Alonso Martínez, por la manifestación de los funcionarios públicos, y en la calle de San Bernardo por la de vecinos venidos de la sierra que se oponen a la cárcel de Soto del Real. Ambas vías se cortaron al tráfico. Hasta las 21.00 horas la circulación estuvo colapsada en sus alrededores