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Shell reclama al Gobierno la devolución de activos expropiados por el Estado en 1927

Miguel Ángel Noceda

El Gobierno se ha encontrado con una bomba inesperada. Justo cuando está a punto de aprobarse la ley que acabará definitivamente con el monopolio de petróleos, la multinacional petrolera Shell ha solicitado al Ejecutivo español la reversión de los bienes que le fueron expropiados en 1927 por el Gobierno del general Primo de Rivera para constituir el monopolio. Shell España en tiende, según una carta enviada al Consejo de Ministros, que con la desmonopolización ya no existen las razones que obligaron entonces a la entrega obligada de sus activos (principalmente, almacenes, solares y gasolineras). También fueron expropiadas la Standard Oil y Petróleos de Porto Pi, sociedad ésta controlada por el grupo March.

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La exigencia realizada por Shell plantea ahora un problema jurídico de gran calado, ya que afecta a una operación de hace más de 60 años y a unos activos cuya situación ha cambiado, en algunos casos, sustancialmente.Fuentes del grupo petrolero han manifestado que "la expropiación fue coactiva, ya que Shell no la aceptó nunca y se vio forzada a desprenderse de los activos". Ésta es una de las razones esgrimidas ahora para la reversión. Shell considera que el mercado ha vuelto a como estaba en 1927 y que por ello tiene derecho a reclamar lo que era suyo. Según medios jurídicos, "la expropiación forzosa de un bien sólo está justifica da por razones de utilidad pública, como así fue en su día la creación del monopolio de petróleos. Ahora los activos expropiados se hallan en manos de unas empresas [Repsol, CEPSA y BP Oil España] que compiten con el expropiado por lo que la base para pleitear está muy clara". "Es evidente", según estas fuentes, "que, además, ha desaparecido la causa de utilidad pública por la que los bienes fueron expropiados".

Venta de terrenos

Los activos han estado gerenciados por Campsa, creada a tal efecto. Sin embargo, al empezar la desaparición del monopolio, Campsa segregó esos activos de su otra actividad de distribución y pasaron a depender de las empresas accionistas -Repsol, Petronor (controlada por Repsol), CEPSA, Ertoil (ahora integrada en CEPSA) y Petromed (ahora BP Oil España)- La actividad de Campsa ahora es la distribución a través de los oleoductos y red capilar (camiones).Las fuentes de Shell España consultadas han asegurado que, en la carta enviada al Gobierno, el presidente de la sociedad, el holandés Korstian van Wyngaarden, no especifica los activos sobre los que existe contencioso y que la petición se hace de forma genérica. No obstante, reconocen la dificultad que supone comparar los bienes que había entonces con los actuales. Los bienes expropiados eran, principalmente, depósitos y plantas de almacenamiento, terrenos, gasolineras y una naviera denominada Maskor.

Fuentes de las compañías españolas que ahora tienen esos activos han manifestado que, aunque es un papel que le corresponde al Estado, la solución podría estar en la cesión de algunas plantas de almacenamiento a Shell.

Se trata de un problema inmediato, ya que muchos activos han sufrido variaciones y, en algunos casos, han sido vendidos a terceros. Éste es el caso reciente de la venta de terrenos en Santander, que la compañía distribuidora había adquirido por

1. 100 millones, por 4.400 millones. Algo parecido ocurre con los tanques de almacenaje de Málaga, que fueron desactivados para dejar libre una zona céntrica de la ciudad. A cambio, según fuentes del sector, el Ayuntamiento permitió abrir nuevas estaciones de servicio que han sido abanderadas, principalmente, por Campsa.

La venta de los terrenos de Santander, previsiblemente para edificar, ha avivado la llama. Además de los almacenes de la capital cántabra y los de Málaga, la multinacional con sede en Holanda contaba con activos importantes en Sevilla, Valencia, Gijón, Cádiz, Vigo, entre otros puntos y sin contar los de Canarias, los cuales quedaron fuera del monopolio.

Shell tuvo que entregar al monopolio gasolineras (la mayor parte postes). En las mismas circunstancias se encontraron las empresas Standard Oil y Petróleos de Porto Pi (conocida por PPP), propiedad ésta de la familia March y con radio de acción en Baleares. Esta empresa desapareció tras la expropiación. No se descarta que el grupo March también pretenda la reversión, aunque este extremo no ha sido confirmado.

Shell quiere aumentar su presencia en España, según la empresa, por lo que esta reclamación se puede englobar dentro de la ofensiva comercial que tiene prevista. En estos momentos, la firma de la concha cuenta con 60 gasolineras en la Península y 75 en Canarias. La previsión para éste y el próximo año es abrir una estación por semana. Shell controla Industrias Químicas Aragonesas (IQA), Resinas Epoxy, Derivados Felónicos, Maskor (la antigua naviera es ahora una empresa agroquímica) y da empleo a unas 900 personas.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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