El sol poniente
La industria japonesa del motor sufre una caída de beneficios sin precedentes
Los cinco grandes fabricantes de automóviles de Japón, zarandeados por la crisis del mercado nacional e internacional, registran sombrías cuentas de resultados en sus últimos ejercicios y los analistas pronostican tiempos peores a corto plazo. Nissan ha sufrido pérdidas por primera vez desde que comenzó a cotizar en Bolsa en 1951 mientras que Toyota, Mazda, Mitsubishi y Honda acusan fuertes caídas sin precedentes en unos beneficios siempre multimillonarios.
Yoshihide Munekuni, vicepresidente de Honda, subrayó que la recesión económica cambia gustos y posibilidades en los compradores y retrasa la recuperación de un sector todavía imbatible por la competencia exterior.La situación en el mercado de venta de vehículos empeora con el descenso en la facturación pero además las compañías niponas más importantes sufren el acoso de los gastos fijos derivados de las inversiones efectuadas durante los últimos años de la década de los ochenta. Entre 1988 y 1990, los fabricantes estrenaron instalaciones y nuevas factorías para completar la automatización y los sistemas de manufacturación flexible. Los desembolsos fueron obligados para diversificar los productos y satisfacer. una creciente demanda pero los costes se dispararon al obligar los diferentes modelos a diferentes componentes y nuevas partidas presupuestarias.
En unos pocos años, de 1986 a 1991, se pasó de 80 a 114 modelos en las posibilidades de elección por parte del comprador, pero la generosa oferta debió acompañarse con masivas contrataciones de operarios, que ahora temen por su puesto de trabajo. En ese periodo las ventas domésticas subieron un 36% comparado con el lustro comprendido entre 1980 y 1985. Sin embargo, en 199 1, la venta de automóviles cayó un 3,3%, por primera vez en once meses y el descenso se mantiene a lo largo de todo este año.
Intereses agobiantes
Ikuji Yoshida, analista de Instituto de Investigación Yamaichi, piensa que se está pagando ahora las consecuencias de aquella bonanza. "Los costes de la depreciación han crecido alarmantemente desde 1989 y se reducen los beneficios de la industria automovilística". Los fabricantes sufren el agobio de los intereses bancarios y la apreciación del yen respecto al dólar norteamericano, que reduce la rentabilidad de las exportaciones, ha sido otro factor negativo en la relación de calamidades de un sector poco acostumbrado a arqueos negativos.Durante el primer semestre del año fiscal 1992, que finaliza el mes de marzo próximo, Nissan vendió 1,91 billones de yenes (unos 1,5 billones de pesetas), un 8,5% menos que en el ejercicio anterior, con unas pérdidas netas de 21.000 millones de yenes. Mitsubishi facturó 1.237.000 millones, con 10.000 millones de beneficios, un 26% menos que en el periodo previamente escrutado. Las ventas de Mazda se situaron en 1.129.000 millones, con 620 millones de beneficios, un 85% menos que el semestre pasado, mientras que Honda facturó 1.343.000 millones de yenes y registraba un beneficio de 15.000 millones, una caída del 7%. El gigante Toyota, la más poderosa corporación nipona en el sector, vendía 8,94 billones de yenes con unos beneficios de 200.000 millones, un 39% menos que en el período anterior.
Los consejos de administración de estas cinco grandes corporaciones niponas están ajustando sus programas de operaciones a la recesión y al hecho de que los japoneses y la mayoría de sus mercados de exportación retrasan las compras de nuevos automóviles. Mazda ha decidido suspender la puesta en marcha de una segunda red de ventas en Estados Unidos, destinado a coches de lujo, y se retiró de las competiciones deportivas, incluidsa las 24 horas de Le Mans. Honda también abandonó la Fórmula Uno y todos los fabricantes han aprobado reducciones o restructuraciones de plantillas y han ampliado el periodo de vida de un modelo antes de su sustitución por otro.
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