El edil de San Blas quiere precintar el estadio de Canillejas

El concejal del distrito de San Blas, lsaac Ramos, anunció ayer que el Ayuntamiento va a precintar la próxima semana el estadio de Canillejas, que construye la Comunidad, por carecer de la licencia. Los responsables del deporte en el gobierno regional se apresuraron a responderle que la autorización municipal se ha obtenido por silencio administrativa, ya que han transcurrido más de dos años desde que solicitaron el permiso de obras.Ramos aprovechó la presentación de la XIII Carrera Popular de Canillejas para recordar que la Comunidad lleva gastados más de 9.000 millones de pesetas en la construcción del estadio -para 20.000 espectadores- sin disponer aún de licencia. El concejal aseguró, además, que las obras no se atienen a los proyectos presentados en su día . "Puedo anunciar que la semana que viene vamos a precintar el estadio", adelantó Ramos.

El presidente de la Junta de San Blas sostuvo que cualquier otra entidad debe obtener la licencia, y pagar las tasas (un 3% del presupuesto) para iniciar las obras. "Nadie está exento; si se lo exigimos a quien monta una farmacia o un bar, ¿cómo no vamos a exigírsela a los que tienen que dar ejemplo?". Ramos aseguró que acudirá con la Policía Municipal a precintar el estadio. "Mi vara de concejal la aplico igual con unos que con otros", advirtió.

A juicio del edil, se han cometido irregularidades al proseguir con la obras, pese a los requerimientos municipales. "La Comunidad ha ido pidiendo prórrogas, que se han concedido, pero ya se ha terminado", sentenció.

El viceconsejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Caravaca, aseguró ayer que su departamento solicitó la licencia de obras en 1990, y que un año después se dirigió a la Gerencia de Urbanismo, "única instancia que tiene competencias para paralizar las abras", según Caravaca. "Entendemos que el Ayuntamiento ha otorgado licencia por silencio administrativo positivo; en realidad, bastaba que hubiesen transcurrido dos meses para haberla obtenido", argumentó el viceconsejero.

Caravaca concluye que las únicas modificaciones del proyecto de construcción, en el graderío, obedecen a las indicaciones de los servicios de protección del Ayuntamiento, para mejorar la seguridad al variar la inclinación de la pendiente.