Las últimas devaluaciones de la peseta y el escudo no logran evitar la crisis del SME
Las devaluaciones de la peseta y del escudo, acordadas el pasado fin de semana, no han conseguido devolver la estabilidad al Sistema Monetario Europeo. Los fuertes ataques sufridos ayer por el franco, que requirieron una decisiva intervención del Banco de Francia, reflejan la debilidad del sistema y pronostican nuevas devaluaciones de las monedas más débiles (libra irlandesa y corona danesa). Los altos tipos de interés que mantiene Alemania están polarizando las críticas de la mayoría de analistas y políticos, que, en buena medida, responsabilizan al Bundesbank de la inestabilidad monetaria europea.
Los ataques contra el franco hicieron caer la cotización de esta divisa a 3,40 francos por marco, el nivel más bajo desde mediados de octubre y próximo a su límite máximo de depreciación, situado en 3,43. Tanto el Banco de Francia como los bancos centrales de Irlanda y Bélgica (en este último caso por tener la moneda más fuerte del SME) tuvieron que intervenir.
La fuerza de los especuladores se apoya en la capacidad limitada de los países del SME de aguantar los elevados tipos de interés impuestos desde Alemania. Seis han sido los países europeos que han tenido que volver a subir sus tipos en los últimos días como vacuna contra los ataques especulativos (España, Irlanda, Dinamarca, Grecia, Noruega y Finlandia). No obstante, el mercado ya demostró en la pasada tormenta de septiembre que el flujo diario de capitales puede más que este tipo de ajustes preventivos. Los operadores del mercado opinan que a los tres reajustes que ha sufrido el SME en las 10 semanas pasadas pueden seguir otros tantos hasta que finalice el año.
En este clima de incertidumbre, la peseta se mantuvo estable y cerró a 72,35 frente al marco, ligeramente por encima de su paridad central.
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