Fuerzas procomunistas matan a Cientos de refugiados en la república ex soviética de Tayikistan
Destacamentos armados procomunistas arrasaron el fin de semana pasado un campaménto de refugiados en el sur de Tayikistán dejando cientos de muertos. El número de víctimas exacto no se ha podido precisar, pero, según las fuentes consultadas, oscila entre. 500 y más de 1.000. El alto el fuego acordado para facilitar la sesión del Parlamento, actualmente en curso, no . se respeta, y la guerra civil, que estalló en esta ex república soviética en mayo pasado, continúa.
La primera noticia de la matanza la dio la diputada Valentina Abdusamádova el sábado, cuando leyó ante el Parlamento, reunido en la norteña ciudad de Jodzhand, un telegrama en el que se hablaba de 10.000 víctimas, entre muertos y heridos. El nuevo líder tayiko, Imomalí Rajinónov, inmediatamente ordenó al Comité de Seguridad Nacional que investigara la veracidad de la alarmante noticia. Y ayer el jefe de la Seguridad confirmó la tragedia, aunque no las cifras dadas por la diputada, según dijo telefónicamente a este periódico Salim Ayubzod, director del semanario taylko Charogui Ruz (Luz Diurna), desde Dusharibé.La matanza ocurrió el viernes pasado, cuando destacamentos armados del procomunista Frente Popular de Tayikistán llegaron desde la ciudad de Tursún-zadé al distrito de Shaarduz, cerca de la frontera con Tayikistán, y atacaron el campamento de refugiados. Las víctimas eran en su mayoría civiles que habían huido del vecino distrito de Kabodiyón, en la sureña provincia de Kurgán-Tiubé.
El Comité de Seguridad, según Ayubzod, reconoce entre 500 y 600 víctimas, mientras que sus propios informantes en Kurgán-Tiubé hablan de 1.200 a 1.500. En todo caso, esta tragedia es una de las más grandes de las muchas que han sucedido en los sietes meses de guerra civil en Tayikistán.
Los enfrentamientos estallaron en mayo de este año, después de que el entonces presidente comunista, Rajinón Nabíyev, para mantenerse en "el poder, tuviera- que aceptar en el Gobierno a políticos de la oposición, representada por el Partido del Resurgimiento Islámico, el Partido Demócrata y -el movimiento Rastojez. Las fuerzas procomunistas fueron perdiendo posiciones en los órganos de poder, que ganaban los islámicos.Mientras tanto, en las provincias del sur, Kuliab y Kurgán-Tiubé, partidarios de uno y otro bando formaron destacamentos armados que comenzaron una verdadera guerra. Los procomunistas -denominación sólo aproximada, pues en Tayikistán a las divisiones ideológicas se superponen las de clanes y regiones-, que dominaban desde un principio las provincias de Kuliab y.Leninabad -esta última ubicada en el norte de la república es el feudo de Nabíyev- obtuvieron numerosas victorias en KurgánTiubé. Los opositores a Nabíyev, en cambio, se hicieron fuertes en Dusharibé, y en septiembre pasado le obligaron a dimitir. A finales de octubre, Safaralí Kendzháyev -ex líder del Parlamento y un leal a Nabíyev- entró con sus hombres en Dushanbé, pero al segundo día tuvo que retirarse. Antes de hacerlo pactó con las autoridades tayikas la convocatoria de una sesión parlamentaria para exaíninar la legalidad de la dimisión de Nabíyev.Renuncia ilegal
El Parlamento se reunió, por fin, a comienzos de la semana pasada en Jodz"hand, capital de Leninabad -Prácticamente la única provincia donde la guerra civil no ha llegado- y reconoció como ilegal la renuncia de Nabíyev. Este, sin embargo, de inmediato presentó de nuevo su dimisión, esta vez voluntaria, "para contribuir a la paz" en el país, y los diputados eligieron a Imomalí Rajinónov, líder de-Kuliab, nuevo presidente del Parlamento.
Este triunfo,de la facción procomunista no ha traído la paz . a Tayikistán, que parece condenado a seguir consumiéndose en el caos de la guerra civil. Nadie dudaba de que los islámicos, que son fuertes en Dusharibé, no obedecerían a las nuevas autoridades, pero éstas parece que ni siquiera con trolan a sus propios partida rios. Por lo menos, esto es lo que se deduce de la reciente matanza ocurrida en la frontera con Afganistán.
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