Dance jazz
Si la improvisación es la esencia del jazz, Ronny Jordan improvisa. Si un ritmo machacón y preciso es la base de la música de baile, Tony Mason lo ejecuta a consciencia. Jazz más baile fue lo que ofreció en Madrid el guitarrista Ronny Jordan, que con estos mimbres ha popularizado en todo el mundo el So what de Miles Davis.Jordan es un guitarrista correcto, de sonido grave, pastoso, seco y reverberado, que mezcla un estilo improvisatorio clásico con fraseos a dos y tres cuerdas que enlazan blues y rock. Tony Mason es un batería muy potente que utiliza una sonorización familiar para el público rockero pero estruendosa para el jazzista. Junto a ellos, un flautista que también aporta espíritu jazz en sus improvisaciones; un bajista todo terreno; un percusionista para dar más intensidad rítmica y un teclista que cuando deja de limitarse a ser un colchón armónico y suelta las manos, resulta que toca. Composiciones e improvisación jazz, sonido rock, y ritmo bailable forman el triángulo que encierra la música de Jordan, que podría enlazar con el Herbie Mann de Memphis Underground, el Larry Coryell de Eleventh House o el Benson más cercano. Ecos de todos ellos se escucharon durante el recital de Madrid aunque muy escondidos, porque Jordan añadió una presión nueva y poderosa que aumentó su dinámica y convirtió el Cuartel del Conde Duque en una pista de baile. En un auditorio de jazz dance.
Ronny Jordan
Ronny Jordan (guitarra), Sola Akinbola (percusión), Wayne Batchelor (bajo), Adrian York (teclados), Gary Belfield (flauta), Tony Mason (batería). Mil personas. Precio: 2.000 pesetas. Gran Carpa del Cuartel de Conde Duque. Madrid, 20 de noviembre.
Babelia
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