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La confesión de dos 'arrepentidos' permite la mayor redada contra la Mafia en Italia desde 1984

. Más de 2.000 agentes de policía se movilizaron ayer en toda Italia para realizar un centenar de detenciones al amparo de 203 órdenes de busca y captura emitidas por la Fiscalía de Caltaniseetta, en la provincia siciliana de Agrigento. La mimsma investigación sobre asociación mafiosa para el tráfico de drogas y de favores públicos ha dado lugar a 106 avisos de apertura de sumario, tres de los cuales han sido notificados a otros tantos parlamentarios italianos, dos diputados y un senador. Estas cifras configuran la mayor operación antimafia realizada desde la que, en 1984, permitió la apertura del maxiproceso instruido por el juez Giovanni Falcone.

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Los parlamentarios implicados, de un modo tan directo que no tiene precedentes en este tipo de investigaciones, son los diputados Rodolfo Maira y Gianfranco Occhipinti, democristiano y socialdemócrata, respectivamente, y el senador democristiano Silvio Coco. El fiscal jefe de Caltanissetta, Giovanni Tinebra, pretende perseguir a los dos primeros por el presunto delito de asociación maflosa y al senador Coco por otro presunto delito de compra de votos establecido durante las mismas actuaciones.Tinebra no quiso confirmar ayer el envío de las notificaciones a estos tres políticos, acogiéndose al secreto del sumario, pero todos los medios de comunicación italianos lo daban por seguro. El fiscal precisó que la investigación realizada durante los últimos cuatro meses tenía dos vertientes: "Las relaciones entre Mafia y empresas, y entre Mafia y políticos", y añadió que se gestionaba la petición de autorización para proceder contra personas protegidas por la inmunidad propia de los parlamentarios.

Otros políticos de rango menor figuran entre los detenidos en esta operación, bautizada con el nombre de Leopardo, como un ex alcalde socialista de Caltanissetta, y el ex teniente alcalde democristiano de Enna, otro pueblo vecino. También hay un buen número de constructores y agentes inmobiliarios arrestados, varios abogados penalistas, como Beniamino Maira, de 68 años, detenido en Roma mientras dormía con su mujer, quien ya había sido condenado por mafioso como colaborador de Michele Sindona y del capo catanés Nitto Santapaola, siendo luego absuelto hace seis años.

Hay incluso un director de cine entre los arrestados por la operación Leopardo. Se trata de Giuseppe Greco, de 38 años, hijo del capo palermitano aliado de los corleoneses, Michele Greco, Il Papa, que lleva firmados dos largometrajes con el nombre de Giorgio G. Castellani, el apellido de su madre.

Las detenciones fueron llevadas a cabo en las regiones de Sicilia, Calabria, Lazio, Toscana, Piamonte y Lombardía, aunque la mayoría de los arrestados son originarios de Agrigento. Unas 80 de las 203 órdenes de detención cursadas corresponden a delincuentes que ya estaban encarcelados (entre ellos figuran, como es habitual, los jefes de los corleoneses, Salvatore Totó Riina y Bernardo Provenzano), de modo que el número de fugitivos era ayer de unos 40. Los magistrados aclararon que muchos de éstos se encuentran en países como Holanda, Francia y Alemania.

Operación 'Leopardo'

La operación Leopardo arranca de las declaraciones de dos arrepentidos, a los que magistrados de Caltanissetta atribuyen una importancia comparable a la que Tommnaso Buscetta tuvo en el periodo del fallecido Falcone. El currículo de estas nuevas gargantas profundas no parece, sin embargo, estar a la altura del de Don Massino, el ex hombre de confianza de Stefano Bontade.

Leonardo Messina, el principal de los dos nuevos informantes, tiene 37 años y es un jefecillo local de San Cataldo, un pueblo próximo a Caltanissetta que, como todos los de esta zona central de Sicilia, sufren una alta penetración maflosa bajo la autoridad actual de los corleoneses. Acusado de haber proyectado el asesinato fallido de un conciudadano durante la solemne procesión del Viernes Santo, y de haber quemado el cadáver de otro en un horno de panadero, fue condenado por tráfico de drogas y absuelto en apelación poco antes de que comenzara a colaborar el pasado mes de junio.

Paolo Severino, el segundo, de 25 años, ha sufrido detenciones sucesivas desde que, en 1989, fue sorprendido cuando intentaba un atraco con una pistola de juguete hasta que se decidió a colaborar en septiembre.

El fiscal Tinebra destacó ayer que la operación Leopardo ha permitido confirmar procesalmente los vínculos entre la Mafia y la N'Dranghetta, la delincuencia calabresa, así como la pujanza de la Stidde, una mafia siciliana disidente. También se ha comprobado que, en Sicilia, la Mafia controla la casi totalidad de las adjudicaciones de obras y servicios públicos. A esa razón se atribuye generalmente que en Palermo no surjan empresarios dispuestos a denunciar ante el juez delitos de corrupción como los que se investigan en Milán y otros ayuntamientos.

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