Cuevas advierte que la indecisión de González desata un clamor antieuropeísta en los empresarios
El pacto sobre la ley de huelga con los sindicatos ha servido como detonante para que los dirigentes de CEOE hayan dirigido duros ataques contra el Gobierno. Pero han sido las últimas decisiones del Ejecutivo -subida de cuotas sociales- y, sobre todo, los anuncios de reformas del mercado laboral que luego se han frenado -como la flexibilización del despido- las causas reales de la explosión del líder de la patronal, José María Cuevas. El presidente de la CEOE llegó a acusar ayer a Felipe González de desatar un clamor antieuropeísta entre los empresarios y de "gobernar para los dirigentes sindicales".
Cuevas sospecha que el presidente del Gobierno tiene "una memoria quebradiza" y por eso ayer, en el transcurso de una rueda de prensa celebrada en Madrid, le recordó "las peticiones de ayuda que hizo a los empresarios cuando se convocó el paro general de mayo".Y lo hizo porque, en opinión del presidente de la CEOE, el Gobierno ha pactado con los sindicatos UGT y CC OO una ley de huelga con la que se garantiza que "huelga convocada por cualquier dirigente sindical sea huelga ganada".
El máximo responsable de la patronal está convencido de que la actitud del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del Gobierno al negociar esa ley "está clara: recuperar los votos de CC OO y UGT". José María Cuevas añadió ayer que "el señor González no está con la modernidad, está pidiendo el voto a costa de lo que sea con tal de contentar a don Nicolás Redondo y a don Antonio Gutiérrez". Por ello aconseja a los ciudadanos que "tomen muy buena nota" y al Ejecutivo que "acabe con ese juego y gobierne para todos y no sólo para los dirigentes sindicales".
Ese pacto sobre la ley de huelga "conduce a desenmascarar los falsos mensajes de Felipe González", según el presidente de CEOE, quien advierte que lo mismo puede pasar con cualquier otra iniciativa gubernamental. "Estoy convencido", dijo, "que en la hipótesis remotísima de que haya un texto legal para adaptar nuestra legislación sobre el despido se producirá la misma astracanada y surgirán iniciativas de alguien del partido socialista para desvirtuar el texto".
Falta de credibilidad
Por todo ello Cuevas no se cree nada de ningún ministro, "incluidos los que anuncian cosas que luego no hacen y que dan la impresión de que esa medida se ha tomado". Puso como más claro ejemplo la flexibilización del despido, e incluso aseguró que "se ha hablado de facilitar el despido colectivo para que no huyan los inversores extranjeros. Pero ellos no se creen esa palabrería".El presidente de la patronal acusa también al Gobierno de "hacer lo contrario a lo que dice el plan de convergencia" sobre reformas del mercado de trabajo y de haber provocado "el clamor antieuropeo que oigo entre los empresarios". Cuevas advierte que en algún momento deberá ser respetuoso y hacer caso a los empresarios que le piden movilizaciones, a quienes piensan que les un desastre estar en la Comunidad Europea" y a quienes reclaman a Felipe González "que nos defienda de Europa de otra manera".
Las duras acusaciones de José María Cuevas fueron fuertemente criticadas por los responsables de los sindicatos y por el vicesecretario del PSOE, Alfonso Guerra. El dirigente socialista cree que esas declaraciones "no son sensatas ni acordes con lo que representa un presidente de la patronal".
El líder de CC OO, Antonio Gutiérrez, espera que los empresarios no hagan caso a "las estridentes" declaraciones de Cuevas y, en cuanto al "clamor antieuropeo", afirma que "el aislacionismo ha costado ya demasiado caro a España". Gutiérrez fue contundente al afirmar que el dirigente empresarial "engaña a los empresarios cuando les dice que hay que defenderse de Europa
Po su parte, UGT hizo público un comunicado a última hora de ayer en el que mostraba su "total rechazo por las declaraciones catastrofistas realizadas por el presidente de la CEOE, que no tienen nada que ver con la realidad y tienden a crear entre los ciudadanos una alarma totalmente injustificada".
Según el sindicato socialista, contrariamente a lo que afirma la patronal, el nuevo texto de la ley configura un derecho de huelga esencialmente equilibrado sin que se concedan poderes absolutos a los sindicatos".
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