Igual que el lunes

La Bolsa asumió ayer las discretas alegrías del lunes y abrió con un avance de 76 centésimas, dedicándose después a anular esos excesos, por pequeños que fueran. El mercado con esa actitud parece desautorizar cualquier movimiento al que no se llegue por mayoría, aunque sea relativa, y ha impuesto el goteo como reacción lógica a la ausencia de estímulos. La única salvedad ha estado en el negocio, no muy elevado, pero bastante más repartido que otros días y con muy pocas aplicaciones de importancia. Los poco más de 10.000 millones de pesetas contratados en esta sesión deben tenerse en cuenta de cara al futuro, pero sin olvidar que la absorción de papel es todavía importante.El mercado se encontró con la cifra de paro de octubre, ya en el 15%, pero no hubo reacciones significativas al ser una evolución que se da por supuesta. Al final se impuso la tranquilidad -sería mejor decir la ausencia de reacciones- ante una situación que los inversores están lejos de comprender, ya que la economía camina hacia un empeoramiento que, por vez primera, todo el mundo da por seguro. El problema está en los plazos, es decir, en saber cuando va a tocar fondo él mercado para evaluar la posibilidad de efectuar algunos tanteos. De momento, el índice suma siete centésimas, un 0,04%, mientras que el Ibex 3 5 cede un 0, 13%.