La invito a Sevilla
He leído en EL PAÍS, en la sección Cartas al Director, una misiva titulada ¿Tendencias antialemanas? que firma la señora o señorita Casten Spratte. En ella viene a decir que la puesta en funcionamiento del AVE, además de ser una política doméstica poco seria, es sumamente superflua.Respetando dicha opinión, he de manifestar, sin embargo, que no estoy de acuerdo con tal afirmación.
¡Cómo va a ser superfluo y poco serio poner en comunicación en dos horas y medía aproximadamente, a un precio razonable y de una manera confortable, a dos de las principales ciudades de España, una de ellas capital de la nación, con lo cual queda dicho casi todo, y la otra, la ciudad más universal de este país! ("No ciudad, eres orbe", dijo de ella el poeta Fernando Herrera hace ya bastante tiempo).
Pero es que además, para el conjunto del Estado es sumamente positivo, al incorporar un avance de esta magnitud al modesto currículo que hasta hace bien poco presentábamos en el panorama europeo, donde únicamente destacábamos en el campo de las naranjas y las hortalizas. Por favor, no mezclemos los temas, y tampoco debemos añadir, en este tema, más leña al fuego.
El tren de alta velocidad, aunque resultase ruinoso (que no lo será, de eso ya nos encargaremos entre todos, especialmente madrileños y sevillanos), no empañaría el hito histórico que ha representado para España.
Mis respetos a la señora o señorita Spratte, y la invito a que venga a Sevilla en AVE.-
