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El presidente del Parlamento ruso amenaza con destituir al Gobierno

El presidente del Parlamento ruso, Ruslán Jasbulátov, advirtió ayer que el actual Gobierno podría ser destituido próximamente si los ministros no dejan de criticar al cuerpo legislativo. La advertencia se produjo después de que los parlamentarios rechazaran nuevamente una moción para aplazar la convocatoria del Congreso de los Diputados -el macroparlamento y máximo órgano de poder en Rusia- que debe reunirse el 1 de diciembre.

Jasbulátov dijo que había más razones para resolver la suerte del Gobierno en el Sóviet Supremo que en el Congreso e instó a los ministros a "dejar de presionar" a los diputados. "De lo contrario, el Sóviet Su premo pude sentirse inclinado a usar sus poderes constitucionales y presentar una moción de censura contra el Gobierno mucho ante de que el Congreso se reúna", manifestó. Si es dudoso que el Parlamento pueda destituir al Gobierno este mes, sí existe un gran peligro de que esto ocurra durante el Congreso de los Diputados. Precisamente, para conjurar este peligro, el presidente ruso, Borís Yeltsin, se reunió el martes por la tarde con el grupo Unión Cívica, cuyos líderes más destacados son el vicepresidente de la república, Alexandr Rutskói, y el jefe de la asociación de empresarios, Arkadi Volski.

Yeltsin calificó a Unión Cívica como una fuerza centrista, "preparada para colaborar en la renovación de Rusia" y que "rechaza las ideologías extremistas y sus métodos de lucha", según Viacheslav Kóstikov, portavoz presidencial. Por ello, está dispuesto a debatir con Unión Cívica tanto "la estrategia de las reformas" como "la solución de los problemas de cuadros", es decir, la designación de los ministros. Los observadores interpretan los resultados de esta reunión como un compromiso de Yeltsin con Unión Cívica, con el fin de que ésta influya en los ánimos de los diputados y contribuya a un "desarrollo positivo" del Congreso.Candidatos al Gobierno

Los dirigentes de Unión Cívica presentaron al presidente una lista de personas que quisieran ver en el Gobierno. Según la agencia Interfax, propusieron reemplazar al ministro de Exteriores, Andréi Kózirev, por el actual embajador en Estados Unidos, VIadímir Lukín o por el diplomático Yull Vorontsov. Unión Cívica también desea a otros titulares en las carteras de Prensa e Información, Comercio Exterior y Economía, además de la desaparición del cargo de secretario de Estado, que actualmente ocupa Guennadi Búrbulis.

Aunque para Yeltsin "es sumamente difícil" satisfacer plenamente los deseos de Unión Cívica, no descartó la posibilidad de llegar a un compromiso. El problema está en saber si el pacto a que llegue el presidente será suficiente para salvar el programa del actual Gobierno, puesto que Unión Cívica, a pesar de que se declara partidaria de las reformas, está en contra del paso acelerado a la economía de mercado. Si el compromiso con Unión Cívica fracasa y esta fuerza se une a la oposición radical, personificada en el proscrito Frente de Salvación Nacional (FSN), el Congreso de Diputados podrá poner fin al proceso de reformas que actualmente vive Rusia. El FSN desea destituir en el Congreso al actual Gobierno, reducir los poderes de Yeltsin e incluso terminar con el sistema presidencial.

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