Ex directivos de Rumasa y otros inversores compran Galerías por 21.200 millones

Un grupo de inversores encabezados por el accionista mayoritario de Mantequerías Leonesas, Justo López Tello, firmaron ayer la operación de compra de Galerías Preciados por 21.200 millones de pesetas. Los nuevos propietarios de los grandes almacenes, entre los que se encuentran varios ex directivos de Rumasa, se han comprometido a mantener los 8.000 puestos de trabajo y a no vender ninguno de los 29 edificios que Galerías posee en toda España.

Fernando Sada (que se ha he cho con un 36% del capital de Galerías), Justo López Tello (36%), Santiago de Mollinedo (12%), Fernando Gómez, Santos Moraga y Lorenzo Rincón (entre los tres, con el 16%) son los nuevos propietarios de la cadena de grandes almacenes.En la nueva estructura ejecutiva de Galerías, Sada ocupará la presidencia, De Mollinedo será el vicepresidente, y Justo López Tello desempeñará el cargo de consejero delegado. El equipo rector se completará con el resto de los accionistas más varios profesionales, según confirmó ayer López Tello en una conferencia de prensa.

Esta recomposición de la di rectiva de Galerías fue casi lo único medianamente claro que explicaron los nuevos dueño del segundo grupo de grandes almacenes del país. Ni en su primera aparición pública ni en su primera reunión con las centrales sindicales concretaron más. Tan sólo un tibio compromiso de mantener los actuales 8.000 puestos de trabajo y los 29 edificios que posee Galerías en España. Aunque todo ello está pendiente de un plan de reactivación del que no ofrecieron detalles ni a los sindicatos.

Un mar de dudas

Esta inconcreción ha vuelto a disparar los rumores sobre los posibles tapados de la operación, e incluso sobre el precio definitivo de la compra. La sospecha más extendida es que el tapado es José María Ruiz Mateos. Un rumor alimentado porque, al menos, dos de los nuevos accionistas de Galerías -López Tello y Rincón- trabajaron en su día con el ex propietario de Rumasa.

No obstante, esta posibilidad fue radicalmente desmentida tanto por los nuevos presidente y consejero delegado de Galerías como por Ruiz Mateos. Fernando Sada recalcó, en dos ocasiones, que "no tenemos nada que ver con el empresario jerezano", argumento que completó López Tello al afirmar: "Nuestra relación es y ha sido nula en los últimos tiempos, a pesar de la profunda admiración que siento por él".

López Tello es el actual consejero delegado y máximo accionista de Mantequerías Leonesas desde el mes de marzo, gracias a una operación en la que tuvo el apoyo financiero de Banesto. Fuentes del sector de la distribución no se recatan en reconocer que "es un secreto a voces que Zoilo Ruiz Mateos [hijo de José María Ruiz Mateos] es el gran apoyo de Justo López Tello". Además, la parte de Mantequerías que no está en poder de López Tello lo está en manos de Vinícolas del Oeste. Esta empresa es propiedad de Juan Romero Roldán, ex consejero delegado de la Galerías controlada por Rumasa y expresidente de Mantequerías Leonesas. En su día también se rumoreó que Vinícolas podría ser testaferro de Ruíz Mateos.

Banesto y Cajamadrid también aparecieron como posibles tapados. En ambos casos fue negado por los propietarios de Galerías, que se limitaron a comentar: "Tenemos acuerdos con varios bancos españoles y extranjeros".

Otro de los extremos que no quedó claro es su precio. La nueva dirección de los grandes almacenes y Peat Marwick -consultora que se ha encargado de la venta de Galerías tras la suspensión de pagos del grupo británico Mountleigh, que era propietario de los almacenes- cifraron la venta en 21.200 millones de pesetas. López Tello dijo que en esa cantidad se engloban tanto las deudas contraídas por la sociedad como los préstamos del Grupo Mountleigh. Fuentes próximas a la operación aseguran que la deuda de los almacenes está muy cerca de los 20.000 millones de pesetas. En caso de confirmarse este dato, el desembolso real sería mínimo -dejando a un lado la asunción de la deuda- para una compañía que hace escasos meses valía más de 30.000 millones.

Por otra parte, las centrales sindicales con representación en Galerías mostraban una extraña mezcla de esperanza y desconfianza. Esperanza por el compromiso de mantenimiento de plantilla. Desconfianza por los escasos datos de los que disponen del plan de futuro.