Un texto inédito revela el temor de los Reyes Católicos a una rebelión de los musulmanes

Un documento inédito firmado por los Reyes Católicos en Santa Fe (Granada) el 25 de mayo de 1492, que estaba en poder de la marquesa de Campotéjar, descendiente de una familia emparentada con la nobleza nazarí, demuestra el temor de los monarcas ante una rebelión de los musulmanes tras la conquista de Granada. Revela asimismo la dureza de las medidas que adoptaron los monarcas para impedir la relación entre cristianos y musulmanes en los meses posteriores a la conquista. La ordenanza, desconocida por los historiadores, prohibe la venta de armas y caballos a los musulmanes.

Se trata de un documento "muy importante" a juicio de los historiadores, que explica no sólo la extremada cautela y el rigor con que actuaron los Reyes Católicos, que temían una rebelión de los musulmanes tras la expulsión de Boabdil, sino también el desarrollo urbanístico que ha experimentado Granada hasta nuestros días. El documento, de tres páginas, fue donado ayer por Casilda de Bustos Figueroa, marquesa de Campotéjar, al archivo municipal de Granada.Según el profesor de Historia de la universidad granadina Francisco Sánchez Montes, el documento ahora descubierto refleja "el miedo que existía entre las dos sociedades divididas por creeencias religiosas y la impresión que experimentaron ambas comunidades cuando los soldados cristianos -en una relación aproximada de uno por cada 1.000 mahometanos- tomaron la ciudad. Para Sánchez Montes, las prohibiciones diferentes que establece la ordenanza para Granada y la Alhambra y las limitaciones de los movimientos de los árabes significa que, hasta muchos años más tarde, no hubo una simbiosos cultural y que duran te los primeros tiempos de con vivencia predominó el sometimiento militar de un grupo so bre otro.

El director de la Alhambra, Mateo Revilla, señaló ayer que los Reyes Católicos, al dividir jurisdiccionalmente la ciudad baja, habitada por el pueblo, de la fortaleza de la Alhambra, donde estaban las tropas cristianas, mantuvieron el modelo nazarí. Dicha segregación se mantuvo hasta el siglo pasado. El documento ahora descubierto explica por qué los artesanos que construyeron el Palacio de Carlos V no debían de pasar antes por los gremios de la ciudad baja.

El urbanismo de la Granada actual es fruto, según Revilla, de esta ordenanza. "Las normas contenidas en la ordenanza han logrado que a través de los tiempos el recinto del monumento se conserve territorialmente exento, como era en la Edad Media". Según Revilla, los Reyes Católicos recelaban de la población musulmana y por ello establecieron la prohibición de que pudiera adquirir armas o caballos. El documento fue firmado por los monarcas para terminar con las rencillas suscitadas tras la conquista entre el conde de Tendillas, alcaide de la Alhambra, y el corregidor de Granada, Andrés Calderón.

Otros capítulos contienen normas generales, como la prohibición de jugar a los naipes, y otras específicas para los habitantes de la Alhambra, como la imposibilidad de que los encargados de su custodia salgan de ella sin licencia o anden con armas por la ciudad para evitar, a juicio de Sánchez Montes, eventuales disputas con la población musulmana asentada preferentemente en el Albaicín.

Los historiadores consultados indicaron que estas ordenanzas eran ignoradas completamente y que sólo tenían constancia de algunas cartas del conde de Tendillas. El documento, que será transcrito y publicado en la revista Cuadernos de la Alhambra, ha estado en poder de la marquesa de Campotéjar, descendiente del infante de Almería Cidi Hiaya Alnayar, que estuvo casado con Cetti Meriem Venegas. Cuando el matrimonio se convirtió al cristianismo adoptó los nombres de Pedro Granada y María Venegas.

En 1643, un descendiente de Pedro Granada fue nombrado alguacil mayor de la ciudad, cargo que administraba la justicia en ausencia del corregidor. Por eso los descendientes actuales tenían el documento en su archivo en Madrid.