Los legionarios se enfrentan en la antigua Yugoslavia a una misión casi imposible

Cuando las tropas españolas desembarquen esta mañana en el puerto croata de Split, para sumarse al esfuerzo internacional que busca aliviar la situación de la población civil de, Bosnia-Herzegovina, lo primero que descubrirán es la urgencia de su misión y la impotencia para cumplirla. Al mando de los 183 soldados españoles le espera una misión casi imposible: cumplir los requerimientos de la ONU en circunstancias extremadamente difíciles y que se van deteriorando con el paso de las horas.

El Castilla tenía previsto amarrar en Split a las nueve de la mañana de hoy, pero los detalles de la operación eran todavía confusos anoche. El general Luis Martínez Coll, el militar español de más jerarquía en Bosnia-Herzegovina, declaró que la misión del primer contingente será logística: preparar el terreno para la llegada del grueso de la tropa, previsto para dentro de 10 días.Esa tarea impedirá a España cumplir con el primer requerimiento del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ayer solicitó formalmente escolta española para el convoy de ayuda que debe partir de Mostar hacia Sarajevo el jueves.

El general Martínez Coll explicó al representante de ACNUR, Fabrizio Hoschild, que el contingente español no estará en condiciones de hacerlo antes de la primera semana de noviembre, cuando llegue el grueso de la Agrupación Málaga.

El grupo que llega hoy está compuesto de personal logístico -"comisión aposentadora" es la denominación oficial- que deberá reparar la base de Divuje, 23 kilómetros al noroeste de Split. El cuartel, que hasta hace un año albergaba una base militar, era ayer el centro de febril actividad para recibir a las tropas británicas, francesas, y españolas de la ONU.

.El Ejército croata ha heredado unas instalaciones patéticas del hoy disuelto Ejército Federal yugoslavo. Antes de abandonar el cuartel, los soldados se encargaron de destrozar los sistemas eléctricos, las tuberías de agua y las letrinas, según un centinela de Divuje.

Martínez Coll restó importancia a las deficiencias en los cinco barracones de tres pisos donde vivirán las tropas españolas y manifestó confianza en que serán superadas en corto tiempo. "El cuartel es muy bueno", dijo, aunque admitió que sin duda vio días mejores. "Cuando lleguen los aproximadamente 400 legionarios y paracaidistas hacia mediados de noviembre", agregó,' "todo estará arreglado".

Garantías croatas

Lo que les espera a los soldados españoles es un gran reto: escoltar convoyes del ACNUR por una ruta de 160 kilómetros donde hasta ayer se contaban 12 puestos de control militar de las diferentes facciones croatas, serbias y musulmanas de Bosnia, en momentos en que la situación se ha complicado por los enfrentamientos armados entre los musulmanes y los croatas, hasta ahora aliados frente a los serbios.

El último-convoy de ayuda humanitaria que el ACNUR intentó enviar a la población de Sarajevo tuvo que dar media vuelta y volver a Mostar el pasado día 17. "Los convoyes [hacia Sarajevo] no han sido ni van a ser atacados", aseguró Martínez Coll, quien dijo que había recibido garantías de las autoridades croatas. Las posibles bajas no superarán las que hay en España "cualquier viernes por la noche", según dijo.