"Hay que conservar el estilo del equipo, pero con táctica e inteligencia"

Jupp Heynckes es fiel al tópico que cataloga a los alemanes como modelos de planificación y disciplina. Unos meses en Bilbao le han bastado al técnico y antiguo centrocampista internacional para asimilar, diagnosticar y corregir los déficit estructurales del Athletic con excelenté tino: "Hay que conservar las cosas buenas del pasado, el estilo del equipo, pero el fútbol moderno requiere además inteligencia y táctica para obtener el éxito". El técnico alemán ha prescrito una inyección permanente de estos últimos elementos y la mejoría rojiblanca con respecto a anteriores temporadas de infausto recuerdo es evidente.

Los síntomas de recuperación son buenos "pero sólo llevamos siete partidos de campeonato", dice Heynckes. "Cuando hayan transcurrido 20, si mantenemos la misma posición, la alegría estará justificada". Ferviente admirador del "fútbol cultivado" del Barcelona, considera que el fútbol seguridad ha muerto y que el éxito sólo atiende a quienes toman la iniciativa.Pregunta. La buena clasificación del Athletic ha desatado la euforia en Bilbao y sin embargo usted parece ajeno a ese clima. ¿No se lo cree todavía?

Respuesta. Aquí se han vivido momentos muy duros en temporadas anteriores que generaron un clima negativo y pesimista. El público necesitaba respirar y ha pasado al polo opuesto. Es lógico, pero hay que ser realista. La euforia estará justificada si después de 20 partidos ocupamos una posición similar.

Revolución

P. En Bilbao ha prevalecido siempre el músculo frente a la creatividad a la hora de concebir el fútbol. ¿Es consciente de que está llevando a cabo una revolución con los riesgos que ello implica?

R. Cuando acepté venir, ya sabía lo que tenía que cambiar y lo que había que mantener. Creo que este equipo se ha caracterizado por un entusiasmo y una capacidad de lucha que yo no había visto antes en ninguno. Ése es su estilo y hay que mantenerlo, pero el fútbol moderno tiene además otros requisitos, la inteligencia y la táctica. Ése es mi objetivo, inyectar esas condiciones para que la lucha y el entusiasmo sirvan para algo. El Athletic debe conseguir el respeto de sus rivales en todos los sentidos porque sólo con eso el Real Madrid y el Barcelona, al margen de su juego, obtienen cada año 10 puntos.

P. Sin embargo, usted se ha quejado públicamente de la fragilidad psicológica de sus jugadores, sobre todo cuando actúan fuera de San Mamés.

R. Ése es otro de los objetivos. Conseguir la autoestima de los jugadores, que se sientan los únicos actores en este juego, queridos por el público y el entrenador, que se sientan seguros, en definitiva. Hay que conseguir un cambio no sólo deportivo sino psicológico para que aprendan a jugar de una forma racional.

P. Los resultados están protegiendo esa revolución, pero San Mamés apela enseguida a las tradiciones cuando se tuercen los partidos. ¿No teme que le exijan el retorno al fútbol inglés que usted ya diagnosticó como uno de los problemas de este club?

R. No me preocupa. Yo sé lo que tengo que hacer. Tampoco es fácil sacar a jugadores establecidos del equipo e introducir a tres o cuatro nuevos. Yo respeto el fútbol inglés en lo que tiene de ambición, entrega, etcétera. Lo importante es adquirir lo positivo de cada uno de los estilos. Con la entrega de los ingleses, la inspiración de los italianos, algo de los alemanes y mucho de los españoles se obtendría el non plus ultra del fútbol. Yo dispongo de un buen plantel de futbolistas, técnicamente buenos y terriblemente luchadores que permiten un futuro optimista.

El descenso

P. Los buenos resultados han permitido, cuando menos, alejar el fantasma del descenso.

R. Es importante que el público pueda respirar después de tantos sustos y ver que el deporte tiene otras caras, especialmente aquí, donde el equipo tiene un gran reconocimiento social.

P. Usted es un ferviente admirador del Barcelona ¿es también su favorito para este campeonato?

R. El Barcelona practica un fútbol muy cultivado y por eso es hoy un modelo futbolístico. Lo que ocurre es que resulta muy difícil conservar el éxito. ¿Favoritos? Aún es pronto, pero a priori son los habituales, aunque incluso el Deportivo tiene el potencial suficiente para seguir arriba.