El agua de Madrid
El 21 de mayo pasado se aprobó la ley de medidas excepcionales para la regulación del abastecimiento de aguas. Poco después se prohíbe unos determinados usos del agua, entre ellos el riego de jardines tanto públicos como privados, con algunas excepciones. Quisiera que alguna de las autoridades que dictaron estas prohibiciones hicieran balance de la utilidad y seguimiento de estas medidas, indicando, por ejemplo, la cantidad de agua ahorrada respecto a años anteriores, cuántas denuncias ha habido y cuántas sanciones se han producido, cuánto ha ahorrado cada municipio, cada barrio o cada urbanización.Posiblemente la medida fuera necesaria, pero asombra el escaso seguimiento que ha tenido dada la cantidad de jardines que se han continuado regando, siendo más que dudosa la procedencia del agua utilizada. Es curioso observar la relación entre nivel económico de los barrios o urbanizaciones y el verdor de sus jardines. Resulta una frivolidad de las autoridades imponer las mayores medidas legales y desentenderse de su aplicación.- Carlos Hornillos Blasco.
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