Recurso ante Hacienda por vender monedas del Quinto Centenario a mayor precio

El abogado José Miguel Ayllón Camacho ha interpuesto ante el MInisterio de Economía y Hacienda un recurso de reposición, previo al contencioso-administrativo, contra la oferta de monedas de curso legal conmemorativas del Quinto Centenario del Descubrimiento de América, realizada por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

El recurrente alega que la venta de tales monedas por un precio muy superior a su valor facial -una moneda de 80.000 pesetas, a 136.000- es contraria a derecho y contradictoria "con la finalidad misma" de dicho organismo. Ayllón pide que se anule el acto administrativo que impugna y que se le ofrezcan las series de monedas por su valor facial. El letrado explica así su caso: "...Después de la lectura de una publicidad insertada en EL PAÍS [páginas 46 y 47 del número del 13 de octubre], me dirigí a la sucursal de la Caja de Ahorros de Madrid sita en Paseo de Recoletos, a fin de adquirir todas las series de la emisión, con especial interés en las de oro. Pensaba invertir en tales monedas más de un millón de pesetas".El recurrente relata como el interventor de dicha entidad le informó que las monedas salían a la venta "muy por encima de su valor facial" y que "ya la misma Casa de la Moneda las vendía a los intermediarios y bancos muy por encima de su valor". Pone como ejemplo que la moneda en oro de los Reyes Católicos, de un peso de 27 gramos y un valor facial de 80.000 pesetas, la Casa de la Moneda la vende a 136.000 pesetas.

"La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre es un organismo cuya función consiste en imprimir y acuñar moneda de curso legal y suministrarla a los intermediarios financieros, precisamente por su valor facial", asegura el abogado Ayllón, para quien es "ilegal tanto la emisión de moneda o billete o sello, con un precio distinto a su literalidad, o la existencia de comisiones que graven o encarezcan la misma". Y lo explica así: "Es como si un billete de 5.000 pesetas saliera al mercado en 10.000".

El frustrado comprador de las monedas del Quinto Centenario señala: "Distinto es que una vez haya salido la moneda, el sello o el billete a la circulación, éste sea rápidamente retirado del mercado por los coleccionistas, dada su rareza o su belleza o su emisión limitada. Esto dará lugar a un encarecimiento artificial de esa tirada. Encarecimiento en el que no puede ni debe intervenir la Fábrica de Moneda".