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Brindis en Villaverde por la "desidia municipal"

Varios colectivos convierten en escultura unas vigas abandonadas

El Ayuntamiento de Madrid cuenta en Villaverde con el primer monumento de castigo ideado por los vecinos para denunciar la pereza y la desidia municipales. La escultura inaugurada ayer está formada por cinco enormes vigas abandonadas desde hace dos años en el cruce de Villaverde, que está, a su vez, situado frente a las eternas obras de remodelación del antiguo ambulatorio de especialidades.Para los colectivos de la asamblea cívica, el descuido cometido por el gobierno municipal con estos troncos de hormigón simboliza el desamparo y la poca atención que el Ayuntamiento presta al "arrinconado" barrio de Villaverde. Con esta picante ceremonia, que terminó al descubrirse la placa conmemorativa, los vecinos reanudan sus protestas contra Álvarez del Manzano y sus ediles.

Farsa y segregación

Las vigas emblemáticas de Villaverde cayeron junto al kilómetro 9 de la carretera de Andalucía en septiembre de 1990, cuando volcó un camión que se iba a incorporar a la nacional en dirección Toledo. A pesar de las reiteradas peticiones de los vecinos a la junta municipal, los armatostes aún no han sido retirados. Además en este punto se inició hace tres años la remodelación y el acondicionamiento del antiguo ambulatorio. Las obras de este centro de salud están paralizadas desde que se precipitaron a su lado esas vigas que estaban destinadas hacia un puente de Toledo. Para los miembros de la asamblea cívica, este lugar es, por tanto, apropiado para levantar en Madrid el primer monumento de valor reivindicativo que revelará la desidia que existe en el barrio por parte del Ayuntamiento.Según Juan Manuel López, portavoz del colectivo utópico, a los habituales problemas se unen ahora los malos olores del Manzanares, los humos de Aristráin y Girald Laporta, y la incertidumbre sobre la utilización de los terrenos del cuartel de ingenieros. Sobre este tema los vecinos se muestran consternados y preocupados, porque el presidente de la junta municipal ha asegurado que en esta superficie se van a levantar unos grandes almacenes.

La inauguración de la escultura pretende ser utilizada como punto de partida para que las asociaciones vuelvan a la lucha vecinal frente a las autoridades municipales. Precisamente en un comunicado repartido durante la inauguración del extraordinario monumento los vecinos explicaron cómo son tratados por el alcalde: "Nos consideran como lugareños de sus fincas, que visitan como los antiguos terratenientes, bien entrada la mañana, para abandonarla a la caída de la tarde". A la espera de épocas de esplendor y del renacimiento de este barrio, la asamblea cívica se plantea, como en los años cincuenta, ser un municipio independiente.

Para dar colorido a la escultura, las vigas que el camión regaló al barrio hace ya dos años fueron decoradas y pintadas de cuatro colores: el blanco de la paz, el rojo de la solidaridad, el verde como respeto al medio ambiente y el violeta por la participación activa de la mujer.

Tras descubrir la placa, la solemne farsa concluyó con un misterioso conjuro: "No todo se desvanece en el aire, y más si tiene sentido". Nadie aclaró después si el mensaje estaba dirigido a los malos espíritus de los representantes políticos.

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