El Pasillo Verde sacará al mercado el doble de los pisos previstos en Arganzuela
Arganzuela será un buen lugar para vivir, y no para trabajar. Justo lo contrario que se había pensado para el Pasillo Verde, la obra más importante que se acomete actualmente en Madrid. El mal momento que atraviesa el mercado ha llevado al consorcio Pasillo Verde, formado por Renfe y el Ayuntamiento, a prescindir de más de la mitad las oficinas previstas y solicitar la recalificación de ese suelo para que se construyan viviendas. El terreno será más barato y, por tanto, se producirá un déficit de 1.100 millones de pesetas. Y a la obra aún le faltan 13.500 millones para poderse terminar.
El Pasillo Verde ha tenido que un vuelco a su proyecto a no dejar a medias el enterramiento de la línea férrea en Principe Pío y Atocha. El consorcio ha solicitado al Ayuntamiento que recalifique 101.323 metros cuadrados de la edificabilidad reservada para construir comercios y oficinas en 153.000 metros cuadrados para viviendas. La Gerencia Municipal de Urbanismo lo propondrá al pleno de este mes.Esta modificación, que afecta al distrito de Arganzuela, cambiará por completo el panorama urbano que diseñó el pasillo Verde. Antes, 53% del suelo liberado para oficinas y el 40% a viviendas; ahora, 72% para viviendas y 23% de suelo terciario.
El Pasillo Verde ha pedido recalificación para poder tener el dinero necesario a proseguir la obra. Manuel Ayllón, consejero delegado del consorcio, no tenía ninguna esperanza de obtener recursos económicos de la venta de terrenos para oficinas, dado "el fuerte descenso de la demanda de suelo terciarlo", comentó.
La obra del Pasillo Verde requiere una inyección de 13.500 millones de pesetas para cubrir los 35.000 que cuesta enterrar los ocho kilómetros de via de tren y construir los campos de deporte, auditorio, edificios públicos, aparcamientos y zonas verdes diseñadas.
Esos 13.500 millones debían salir del suelo para oficinas de la zona de la estación de Peñuelas que estaba sin vender, más de la mitad del terciario previsto en todo el pasillo. Para ello habría que sacar 133.000 pesetas de cada metro cuadrado. El consorcio vendió suelo terciario en Príncipe Pío a 182.000 pesetas y a 148. 000 otro junto a la vieja estación de Imperial.
Suelos más baratos
Pero el suelo residencial es más barato. El pasillo lo está vendiendo a 80.000 pesetas el metro cuadrado. Por tanto, para que cuadren las cuentas, el Ayuntamiento permitirá que se edifique un 40% más de lo previsto, según los cálculos del grupo municipal socialista, que se opondrá a que esta recalificación se apruebe. Pero aun así no se llegará a la cifra deseada. La recalificación originará un déficit de 1.100 millones.Según el PSOE, "el Ayuntamiento no es el Banco de España. Los concejales de Urbanismo deben diseñar una ciudad y no alterar la caliricación de un suelo en función de los vaivenes de la Bolsa. Eso crearía inseguridad urbanística".
Sin embargo, el gerente de Urbanismo, Pedro Areitio, cree que el cambio del proyecto será bueno para la ciudad. "La zona quedará mejor porque las viviendas generan menos tráfico que las áreas de terciario", comentó. "Además, se cumple el objetivo del Plan General de que las zonas centrales de laciudad se dediquen a vivienda".
Y aún queda por resolver el futuro de dos industrias papeleras del distrito, la Peninsular y la Madrileña. La Gerencia de Urbanismo ha llegado a un acuerdo con esta última para que traslade sus instalaciones acambio de permitir la construcción de viviendas en su terreno. Peor aspecto -tiene la negociación con la papelera Peninsular. Según Areitio, esta empresa pretende obtener de sus terrenos un aprovechamiento mayor del permitido.
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