Sarajevo, ciudad cerrada por las fuerzas bosnias

Sarajevo es una ciudad totalmente cerrada. Nadie sale, nadie entra, ni siquiera los convoyes de la ONU. El único camino que unía el centro con el aeropuerto ha sido bloqueado por los combatientes bosnios en una confusa maniobra que ayer invitaba a las más diversas conjeturas. Las fuerzas de Naciones Unidas están en apuros frente a los defensores musulmanes de Sarajevo, y la situación es cada vez más incierta y peligrosa.

Bastó una grúa y un enorme contenedor metálico para bloquear la carretera al aeropuerto y detener la llegada de ayuda humanitaria para la asediada capital bosnia. Lo curioso es que fueron los mismos combatientes musulmanes quienes colocaron la barricada que, desde el miércoles, paralizan el desplazamiento de los convoyes de la ONU entre su cuartel general y el aeropuerto al sur de la ciudad.Sarajevo, que clama por ayuda internacional para aliviar la situación de sus 380.000 habitantes y evacuar heridos de toda edad, se ha cerrado las puertas a sí misma invocando motivos de seguridad. Según el alto mando militar bosnio, los serbios han concentrado una fuerza de 25 carros de combate T-84 en cuatro puntos alrededor de Sarajevo e incluso ha sugerido que esto ha ocurrido ante la pasiva mirada de los cascos azules.

El portavoz de la ONU, Mik Magnuson,. se comprometió a investigar la denuncia bosnia, pero dejó entrever dudas acerca de que las supuestas fuerzas serbias puedan haber sido movilizadas burlando la atención de los observadores militares internacionales. Magnuson calificó ayer el bloqueo de la carretera como un acto "intolerable" y no descartó la posibilidad de que los cascos azules reabran la vía por la fuerza. A todas luces, ello resultaría una maniobra extremadamente peligrosa porque entraña el máximo riesgo de que los soldados de la ONU se vean atrapados entre dos fuegos. "Tenemos que evitar que el contenedor se convierta en un símbolo y empeore la situación", dijo Magnuson.

La maniobra bosnia aparentemente busca habilitar una vía alternativa entre el aeropuerto y Sarajevo, un desvío que pasaría por el distrito de Dobrinja. El desvío trataría de romper el cerco serbio sobre esa zona donde viven sitiados unos 50.000 civiles. El portavoz de la ONU descartó la idea afirmando que abrir un corredor allí entraña demasiados riesgos. "Allí existen posiciones ideales para emboscadas", afirmó. Lo que no dijo, pero resulta obvio, es que una variación en la ruta sentaría un precedente peligroso. Si las Unprofor ceden y cambian de ruta, lo más probable es que se produzcan nuevos casos como el bloqueo de la ruta al aeropuerto a fin de involucrar cada vez más a la ONU. Los militares bosnios exigen mayor firmeza en la defensa de la república y no van a permitir un éxodo de la población capaz de empuñar un fusil. El presidente Alia Izetbegovic está desde hace semanas fuera del país, así como la mayoría de los 22 miembros de su Gobierno. Incluso el paradero del alcalde de Sarajevo es una incógnita. Ese vacío político así como la creciente sensación popular de que los esfuerzos de la ONU, las conversaciones de paz en Londres y Ginebra no sirven de nada y, sobre todo, la consideración de que el embargo de armas es una burla al derecho de autodefensa de Bosnia-Herzegovina agitan el ambiente en Sarajevo.