El Papa reza todos los días por la salvación de Cuba

El Papa Juan Pablo II, que dedicó su penúltimo día de estancia en Santo Domingo a los indígenas y afroamericanos del continente, reconoció ante todos que reza cada día por la salvación de Cuba. Juan Pablo II, al igual que hizo años atrás cuando en su Polonia natal regía el sistema socialista, pidió a los fieles que le acompañaban en la Eucaristía que se sumasen a la oración. "Dedico hoy, también esta plegaria para Cuba", dijo Juan Pablo II al bendecir al continente. El Papa hizo también una petición a los pueblos indígenas de América: "Perdonad a todos aquellos que durante estos 500 años han sido causa de dolor y sufrimiento para vuestros antepasados y para vosotros".Ante las referencias a Cuba, no se hicieron esperar las reacciones entre los obispos latinoamericanos que, pese a la silenciosa voz . de la Iglesia cubana, tradicionalmente muy prudente en sus críticas al Estado socialista, se pronunciaron casi unánimemente por la necesidad de que lleguen vientos renovadores a la isla caribeña que traigan consigo el cambio y la democracia.

Cuba es objeto de una breve referencia en el documento de trabajo de la IV Conferencia del Episcopado latinoamericano, que ayer celebró su segundo día de trabajo. En este documento se refleja que los enfrentamientos que se iniciaron entre la Iglesia y la revolución están hoy, 33 años después, mitigados.

Situaciones extremas

También se dice que la grave situación que padece la isla, cuyos habitantes, asegura, "viven en situaciones extremas", no sólo está justificada por el bloqueo a que es sometido el país por parte de EE UU, sino también por el rechazo de sus gobernantes "a un cambio de régimen, aún después de la desaparición de la URSS".Ademas de Cuba, los indígenas y los afroamericanos fueron los protagonistas del día después al 12 de octubre. El Papa, en un mensaje a todos los rincones del continente, dijo que nunca les faltará el auxilio de Dios, les alentó a tomar iniciativas que les conviertan en protagonistas de su promoción y evangelización y les recordó que la Iglesia ha sido siempre una compañera en su caminar durante estos cinco siglos.

A Santo Domingo viajó una representación de mayas de Yucatán (México) al igual que otra de fieles de Haití.