El déficit del comercio agroalimentario aumentó un 136%

El déficit del comercio agroalimentario español ha experimentado, a lo largo de los últimos doce meses, un crecimiento del 136%, según los datos elaborados por la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas a partir de las cifras de la Dirección General de Aduanas.La tasa de cobertura de la industria agroalimentaria ha vuelto a descender 0,7 puntos para situarse solamente en el 69,7%, lo que supone el nivel más bajo de su historia.

De acuerdo con los datos de la Dirección General de Aduanas, las importaciones de la industria alimentaría hasta el mes de septiembre ascendieron a 414.000 millones de pesetas, frente a unas exportaciones de 288.000 millones de pesetas.

Aunque la tasa de cobertura global, que hace unos años se acercaba al 100%, se encuentre bajo mínimos, su comportamiento ha sido muy desigual según los subsectores que la componen. En un extremo se encuentra la tasa de cobertura para productos vegetales y grasas, que se mantiene positiva, con un 144%. El polo opuesto lo ocupa el comercio de animales vivos y productos derivados, cuya tasa de cobertura es solamente del 25'Yo.

Para el conjunto de la balanza agroalimentaria, las exportaciones durante los últimos doce meses ascendieron a 1.269.000 millones de pesetas, frente a unas exportaciones de 984.000 millones de pesetas, lo que supone una diferencia en contra de los productores españoles de 285.000 millones de pesetas.

Peticiones industriales

La solución a esta dificil situación de la industria agroalimentaria española pasa en primer lugar, según señalan fuentes del sector, en continuar reduciendo la fortaleza de la peseta. Varios analistas del sector estiman que, a pesar de la reciente devaluación, la moneda española está todavía sobrevalorada, con el consiguiente perjuicio para las empresas que mantienen o intentan mantener cierta actividad internacional.Una segunda petición de los representantes del sector es que la Administración apoye con más fuerza los proyectos de entrada en otros países, sobre todo comunitarios.

En concreto, solicitan una política más agresiva en el exterior similar a la que practican en España el resto de los países miembros de la Comunidad Europea (CE) a través de diferentes entidades de promoción específicas. De hecho, los últimos años se han caracterizado por la invasión del mercado español por parte de las empresas comunitarias, especialmente francesas.