El Gobierno de Bonn inicia una ofensiva legal contra los grupos neonazis

El Gobierno de Bonn parece decidido a iniciar una ofensiva legal contra los grupos neonazis que en los últimos tiempos se han dedicado a atacar a los extranjeros e incendiar los albergues donde se cobijan los peticionarios de asilo político. El ministro del Interior, el democristiano Rudolf Seiters, propuso ayer una serie de medidas legales y policiales que, de ser aprobadas, facilitarán la lucha contra este fenómeno vandálico que empaña la imagen de la nueva Alemania."Estos criminales no son Alemania", dijo Seiters para abrir el debate. Para el ministro del Interior es necesario "aplicar todos los instrumentos que otorga la Constitución, ya que Alemania tiene que defenderse de sus enemigos". Las medidas que propuso incluyen un aumento de los fondos federales para la policía, la creación de un cuerpo especial y de un servicio de información que funcione entre los länder y el Gobierno central para identificar a los cabecillas.

Pero más importantes son, a corto plazo, las medidas judiciales que pretende poner en práctica, y que impedirán que los culpables de estos ataques salgan en libertad horas después de ser detenidos, lo que ha creado entre estos energúmenos una clara sensación de impunidad. El ministro se refirió asimismo al apoyo que estos grupos reciben de parte de la población y anunció que para poner en práctica estas medidas se reunirá hoy con los ministros del Interior y de Justicia de todos los länder.

Un tribunal de Berlín sentenció ayer a un albañil de 22 años a cuatro años y medio de prisión por el asesinato a puñaladas de un vietnamita que vendía cigarrillos. Según el juez, no se podía aplicar la legítima defensa, ya que fue el propio asesino quien provocó a la víctima.

Mientras, el cazador de nazis Simón Wiesenthal, de 84 años, reveló ayer un nuevo caso que conmocionó a la opinión pública austriaca, informa Vivianne Schnitzer. Se trata de la historia del dentista Egon Sabukoschek, de 74 años, un criminal nacionalsocialista responsable de las deportaciones de miles de judíos de Belgrado, así como del fusilamiento de 100 de ellos en 1941.