La presión de la oposición obliga a dimitir al gobernador de Michoacán

La renuncia del gobernador de Michoacán, Eduardo Villaseñor, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha provocado reacciones encontradas en México, cuya legalidad electoral se resiente de nuevo. Las denuncias de fraude electoral lanzadas por el Partido de la Revolución Democrática, en la oposición, han causado una conflictividad sin precedentes.

Eduardo Villaseñor se encontraba en un callejón sin salida. Y su renuncia al Gobierno de Michoacán, cuando tan sólo unas horas antes se jactaba de haber sido elegido por un periodo de seis años, reúne todas las características de una orden emanada directamente de Los Pinos, la residencia del presidente de México, Carlos Salinas de Gortari.Ausencio Chávez, economista y secretario de Gobierno en la pasada Administración estatal, es el hombre designado por el Congreso michoacano como gobernador interino.

Las reacciones no se han hecho esperar. Y tienen muy distintos tonos. La primera de ellas, la del nuevo gobernador quien, haciéndose eco de los sentimientos de su partido, el PRI, ha interpretado la renuncia como un intento de "desempantanar" la situación michoacana con el fin de "garantizar un clima de paz en la, entidad".

Nuevas elecciones

Para Cuauhtémoc Cárdenas, dirigente del PRD, las cosas son distintas. El líder de la oposición considera necesario convocar, elecciones en el Estado para que los michoacanos se expresen ahora democráticamente. "Esto sería una muestra", sostiene Cárdenas, "de que el Gobierno desea una nueva relación con el Partido de la Revolución Democrática. Por lo pronto, la renuncia de Villaseñor es un triunfo del pueblo de Michoacán".Sin embargo, la derecha mexicana, representada por el Partido de Acción Nacional (PAN), observa lo sucedido de otra manera. "Lo ocurrido, en Michoacán", asegura el dirigente del PAN, Luis H. Álvarez, "atenta contra las instituciones democráticas, ya que no se está respetando la voluntad popular expresada en las urnas".

También el presidente del PRI, Jenaro Borrego, tuvo algo que decir: "No compartimos la decisión tomada por Villaseñor, aunque la respetamos. El pueblo de Michoacán nos dio, sin sombra de duda, el mandato de gobernar. Y esto lo sabe el PRD". Son varias las razones que han llevado al gobernador de Michoacán a "solicitar licencia por un año", lo que en lenguaje mexicano equivale a la dimisión.

Todas las causas tienen un mismo origen: el hostigamiento realizado por el PRD desde el 12 de julio, fecha en la que Eduardo Villasenor resultó ganador en unas elecciones calificadas por la oposición de fraudulentas. A partir de esa fecha el PRD inició una estrategia. de acoso.