Schlüter no descarta otro referéndum danés si el tratado incluye "añadidos vinculantes"

El primer ministro danés Poul Schlüter pidió ayer en Bonn "añadidos vinculantes" al Tratado de Maastricht para así poder someter de nuevo el texto a referendum en su país "en algún momento de l993". El canciller Helmut Kohl, con el que se entrevistó durante más de dos horas, admitió la posibilidad de algunas "clarificaciones", pero insistió en que el tratado debe ser ratificado por los 12 miembros de la Comunidad Europea (CE) y rechazó la renegociación del mismo. Para Schlüter, estos añadidos afectarían las áreas de la unidad monetaria, la política de defensa y la política social.En contraste con la actitud optimista de Schlüter durante la conferencia de prensa que ofreció antes de volver a Copenhague, la nota hecha pública por la cancillería era mucho menos conciliadora con el país que inició el descarrilamiento de la unidad europea al rechazar el Tratado de Maastricht a principios del mes de junio pasado. "El canciller", decía el comunicado, "insistió en que para el Gobierno alemán y para los otros Estados miembros [de la, CE] es decisivo que el Tratado de Maastricht sea ratificado e instrumentalizado sin ningún cambio por los 12 Estados de la CE". Pero Kohl matizó que no es la política de su Gobierno "excluir o marginar a Estados miembros".

Según el propio Schlüter, el canciller alemán estaría dispuesto a aceptar algunas "clarificaciones" al texto con tal de superar la oposición al tratado que existe an algunos países miembros. De hecho, lo que parece desprenderse de tan parcas declaraciones, sería la redacción del "preámbulo interpretativo", que sería aprobado en la cumbre extraordinaria de Birmingham del próximo día 16. Copenhague admite que estas enmiendas al tratado no pueden ir más allá del límite que exigiría una nueva ratificación por parte de los Estados que ya lo han hecho.

El jefe del Ejecutivo danés indicó que Kohl quería c1,4rificar el llamado principio de subsidiariedad, por el que las tareas legislativas deben ser emprendidas siempre al nivel más cercano del ciudadano, mientras que la Comisión Europea solo debe actuar cuando no se da el caso. "Para nosotros", dijo Schlüter, "es necesario encontrar una solución correcta. Sería horrible que no podamos seguir en el club".

Su ministro de Exteriores, Uffe Ellemann-Jensen, insistió en que el tratado podría ser mejorado para hacer la Comunidad más democrática en su toma de decisiones. "Creemos", dijo, "que esto beneficiará a todo el mundo y que también hará más fácil que Dinamarca pueda realizar un segundo referéndum".

Ellemann-Jensen se refirió, asimismo, a la posibilidad de que su país pudiera beneficiarse de las mismas claúsulas que en la ciudad holandesa consiguió para si mismo el Reino Unido; las llamadas cláusulas opting-out, por las que se excluyen determinados aspectos del tratado según la conveniencia del momento.

Para Dinamarca, según el ministro, la defensa común podría plantear problemas, ya que su país "está orientado al Atlántico", y la defensa común europea podría diluir el papel de la Alianza Atlántica. "Deseamos que continúe la presencia norteamericana en Europa, y por eso dudamos sobre la entrada en una mayor cooperación europea de Defensa".