Los mendigos de Nueva York tienen derecho a pedir limosna, según un juez
Un juez federal de EE UU acaba de declarar inconstitucional la ley que prohibe pedir limosna en las calles de Nueva York. El magistrado Robert W. Sweet considera que el derecho de los mendigos a solicitar ayuda está protegido por el derecho a la libertad de expresión que recoge la primera enmienda de la Constitución norteamericana. Dos mendigos neoyorquinos han ganado así una demanda que presentaron en 1990 tras ser detenidos por pedir limosna.
Según el dictamen judicial, el derecho a la privacidad de los ciudadanos no se ve amenazado por los postulantes, ya que los viandantes "pueden marcharse, negarles la atención con un movimiento de cabeza, mirar hacia otro lado y renunciar a escuchar al que les habla".El juez analiza el papel policial como mantenedor de la paz pública, pero añade: "A medida que la civilización avanza, la gente comprende que suprimir discursos y conductas considerados como contrarios al orden social no sirve más que para enmascarar el desorden interno". El juez Sweet relata en su sentencia cómo, de todas las tribus urbanas de predicadores, vendedores ambulantes y demás especies que circulan a diario por Manhattan, "los mendigos son los Únicos a los que se les aplican restricciones".
Georg,e Sommers, abogado de los dos vagabundos, se manifestó esperanzado con la sentencia: "El significado básico es mantener que la gente necesitada no debe ser. silenciada y que la primera enmienda de la Constitución asegura su derecho a que nos enfrentemos cara a cara a todos aquellos que piden ayuda".
"Un mendigo no supone ninguna amenaza para la sociedad. Su único delito es encontrarse necesitado", había coincidido en asegurar el juez federal en su sentencia. La decisión judicial del pasado jueves apunta: "La sociedad no puede pretender que los mendigos no existen simplemente quitándoselos de la vista".
La policía asegura que en los últimos 10 años tan sólo ha efectuado seis detenciones y varias decenas de citaciones judiciales contra mendigos, en una ciudad donde viven varias decenas de miles de homeless (sin casa). No obstante, los agentes suelen impedir a los pedigüeños que se aposten en las esquinas.
El Ayuntamiento de la ciudad aún puede presentar una apelación, recurso que ya ha usado con éxito en numerosas ocasiones. De hecho, la Corte Suprema de EE UU ha respaldado el derecho del consistorio de Nueva York a prohibir que se mendigue, por cuestiones de seguridad, en el metro y en los aeropuertos, después de que dos sentencias judiciales de rango menor lo cuestionaran.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.