El reverso de Collor
Itamar Franco, un político provinciano y con fama de honradez, asumirá la presidencia
Nada llama la atención en la persona de Itamar Franco, quien asumirá de forma interina la presidencia de Brasil, hasta que el Senado decida si destituye definitivamente al presidente Fernando Collor, pero inquietan sus resabios de político anticuado y con tendencias nacionalistas. Se teme que la presidencia de Franco pueda dar marcha atrás en el proceso de modernización y liberalización de la economía brasileña que, a trancas y barrancas, había puesto en marcha Collor.
Este ingeniero sesentón, personaje gris y provinciano, con fama de hombre rencoroso y de malas pulgas, lleva encima 35 años de vida política sin haberse distinguido con intervenciones destacadas, pero tiene, hecho poco frecuente, fama de honesto. No se le conocen escándalos financieros, esconde al máximo su vida privada y su patrimonio es bastante discreto, apenas cuatro apartamentos y una casa en su ciudad de Juiz da Fora, de unos 400.000 habitantes en el sur del Estado de Minas Gerais, a poco más de 200 kilómetros de Río de Janeiro y a una distancia similar de la capital del Estado, Belo Horizonte.Como la mayoría de los políticos brasileños el nuevo presidente cambió con frecuencia de partido a lo largo de su carrera. Franco lo hizo cinco veces y ahora no milita en ninguno desde que el pasado mes de mayo se dio de baja en el Partido de Reconstrucción Nacional (PRN) con el que llegó al lado de Collor a la vicepresidencia. Empezó Franco en el Partido Laborista de Getulio Vargas, luego pasó por el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), siguió en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y en el Liberal (PL), antes de concluir en el PRN inventado por Collor y su equipo para lanzar la candidatura presidencial.
Franco es la antítesis de Collor y las dificultades entre los dos ya empezaron durante la campaña electoral. El equipo de Collor llegó incluso a considerar la posibilidad de sustituir en la segunda vuelta de las elecciones a Franco por otro personaje más atractivo y menos conflictivo. En una ocasión Franco no asistió a una reunión de la campaña y se justificó.
Madre y vicepresidencia
"Entre mi madre y la vicepresidencia, yo siempre me quedaré con mi madre", comentó. Doña Italia, descendiente de italianos, tiene 93 años y se encuentra enferma y con la cabeza no se sabe dónde desde hace tiempo. Ya no conoce a nadie, pero su hijo la visita por lo menos dos veces al mes en Juiz da Fora.
La madre ha representado un papel importante en la vida de Itamar, porque el padre, un ingeniero de origen alemán, murió de malaria, o de tifus según otras versiones, antes de nacer Itamar. La buena señora sacó adelante a cuatro hijos y parió a Itamar a bordo de un barco de cabotaje que hacía el recorrido entre Río y Bahía, donde fue inscrito el recién nacido, quien no se considera baiano, sino mineiro, de Minas Gerais, donde vivió y fue elegido alcalde de Juiz da Fora en dos ocasiones.
Su original nacimiento es el origen del nombre, una composición de Ita, así se llamaba el barco, y mar por haber ocurrido en el Atlántico. Itamar Augusto Cautiero Franco es el nombre completo, pero no hace mucho todavía les decía a los periodistas "llámenme Itamar". Se conoce el lugar de nacimiento, pero hay dudas sobre la fecha. Muchos coinciden en decir que tiene 61 años.
Sus notas escolares eran flojas, apenas lo justo para aprobar y parece que incluso repitió un curso. En portugués era un desastre y mejoraba en asignaturas de ciencias. De sus días en la escuela recuerda Itamar que era bastante gamberro, dice que le echaban con frecuencia de clase y solía destruir los cristales a pedradas.
Tampoco ha adquirido fama de persona agradable a lo largo de su carrera política. El fallecido presidente, que no llegó a tomar posesión por enfermedad, Tancredo Neves, también mineiro, dijo en una ocasión que "ltamar es una persona que guarda los resentimientos en la nevera".
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