El IVA se consolida como segunda fuente de recaudación y cae el impuesto de sociedades

El IVA (impuesto sobre el valor añadido) se consolida como segunda fuente de ingresos impositivos del Estado para 1993. Será el impuesto en el que más aumenta la recaudación (un 13,3%) e ingresará en las arcas del Estado 3,5 billones de pesetas. La primera fuente de ingresos impositivos sigue siendo el IRPF, con el que se recaudarán 5,1 billones de pesetas (un 11,3% más que este año). El impuesto sobre los beneficios de las sociedades reflejará, como este año, el impacto de la crisis, con lo que el presupuesto prevé un descenso de recaudación del 18,3% y sólo aportará 1,2 billones de pesetas al Tesoro público.

Los ingresos del Estado aumentarán el próximo año un 6,6% y sumarán 13,4 billones de pesetas. Los impuestos directos serán la primera fuente de los mismos, con una recaudación de 6,5 billones y un aumento del 4,1% respecto al presupuesto de 1992. Por impuestos indirectos el Estado recaudará 5,2 billones con un aumento del 8,9% con la misma comparación. Entre esos impuestos, el IRPF aporta el 38,5% y el IVA el 26,2%. A mucha distancia le siguen los impuestos especiales y de renta de petróleo (con un 11,7% de la recaudación) y el impuesto sobre sociedades (con un 9,33%).Gasto público

El presupuesto de gastos, por su parte, se eleva a 14,8 billones de pesetas, un 8,2% superior al inicialmente previsto para 1992 y un 3,7% mayor a la liquidación del presente año.

La diferencia entre ingresos y gastos o déficit se sitúa así en 1,4 billones de pesetas, es decir el 2,3% del Producto Interior Bruto (PIB) Este déficit supera al que contempló el presupuesto de 1992 pero queda por debajo de la previsión del plan de convergencia. El 2,6% del citado plan puede alcanzarse si los funcionarios firman una subida salarial acorde con lo que está dispuesto a aceptar el Ejecutivo, es decir, inferior o igual al 4%.

En términos absolutos, los ingresos del Estado para 1993 crecen en 865.700 millones de pesetas sobre la recaudación de 1992. Esta diferencia procede de dos partidas fundamentalmente: del IRPF, con un total de 432.200 millones de pesetas, y del IVA, con 339.100 millones.

Los impuestos especiales y renta del petróleo colaboran con una subida de 102.700 millones, mientras que el impuesto de sociedades tan solo lo hace con 50.000 millones más. El impuesto sobre el Patrimonio se sitúa en 23.500 frente a los 21.800 que se recuadarán este año. Los impuestos especiales se situarán en el próximo año en 1,5 billones de pesetas con un aumento del 7,9% sobre el año anterior. Este alza en la recaudación se refleja en tabaco, y los tipos específicos para cerveza, alcohol y bebidas derivadas, todo ello dentro del proceso de aproximación de a la fiscalidad vigente en la Comunidad Europea.

El capítulo de tasas y otros ingresos también registra un aumento del 5,7% sobre la recaudación de 1992. En esta cifra inciden "los recargos, intereses de demora, multas y sanciones así como las tasas de juego".

Con las previsiones de ingresos que se establecen para 1993, la presión tributaria, (es decir la proporción que representan los impuestos directos e indirectos en relación con el Producto Interior Bruto) supone el 18,76%. Esta cifra es igual a la contemplada inicialmente en el presupuesto de 1992 y es 0,23% mayor a la previsión de recaudación de 1992.

Presión tributaria

La presión tributaria que se situaba en el año 1982 en el 11,7% del PIB, tuvo unos años de fuerte crecimiento hasta llegar, en 1987, al 17,3%. Desde entonces ha entrado en un proceso de desaceleración para estabilizarse en el 18,5%. Concretamente, frente a una presión tributaría del 17,31 en 1987 se ha pasado a una presión prevista en 1993 del 18,76%. Es decir que en los últimos seis años ha aumentado 1,45 puntos.

Por su parte, las transferencias corrientes suben en su conjunto en los presupuestos del próximo año un 9,1%. Hay que destacar el aumento de las contribuciones concertadas del 36,7% y en las transferencias de organismos representativos y Seguridad Social con el 20,8% y el 15,5%, respectivamente. El descenso en un 10,7% de los ingresos patrimoniales es consecuencia, sobre todo, de la caída de los beneficios del Banco de España.

También hay que destacar en la parte positiva los mayores ingresos esperados por el proceso privatizador que se abordará de varias empresas públicas del Patrimonio del Estado.