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'Txapu': "No estoy bien ni me sobra moral"

"No estoy bien ni me sobra moral. Este trabajo es desagradable y, muy ingrato". Este era el crítico estado de ánimo expresado por el dirigente etarra Faustino Estanislao Villanueva, Txapu, -detenido el pasado 3 de agosto- en una carta que pretendía enviar a un activista al que denomina Daniel. De la misiva se desprende que Txapu, candidato a asumir labores de dirección de la organización tras las caídas de cabecillas etarras, planteaba serias resistencias a seguir asumiendo responsabilidades en la banda terrorista.

El pasado 3 de agosto la policía francesa detuvo en las cercanías de Burdeos al dirigente etarra Faustino Estanislao Villanueva, Txapu, a la sazón considerado candidato a herederar las máximas responsabilidades en la organización terrorista ante los huecos dejados por las sucesivas caídas de activistas como Francisco Múgica Garmendia, Pakito; José Luis Álvarez Santa Crisfina, Txelis; José María Erostarbe, Fiti o Iñaki Bilbao.En su poder, entre otra documentación de gran relevancia, como actas de HB sobre sus conversaciones con el PNV, un borrador de un comunicado de KAS y un análisis político con feroces descalificaciones hacia el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna, se halló una misiva a un activista.

La carta, manuscrita, comienza así: "Hola, Daniel. ¿Cómo estás, bien? Así lo espero, que estés bien y con la moral alta, aunque hablar sobre la moral, tal y cómo están las cosas ... Pero, bueno, espero que estés pronto [con moral]."

"Tengo algunas cosas que decirte. Una es sobre Normando [activista que fuentes de la lucha antiterrorista identifican. como Iñaki Bilbao -detenido el pasado 31 de mayo-, no se descarta que aluda a Sabino Euba Cenarruzabeitia, Pelopíntxo, capturado el 28 de abril pasado en París] y sus amigos. Como sabrás nos han dado una buena hostia en Bretaña. No merece la pena contar cómo llegaron hasta nosotros, porque más o menos ya lo sabrás. Lo único que quiero decirte es que los txakurras [literalmente perros, término despectivo con el que ETA alude a los policías] entraron en 25 viviendas, que controlaron a 50 personas".

Cambiar de trabajo

Con esta alusión, Txapu se refiere a la intensa operación de seguimiento de dirigentes etarras realizada en Bretaña durante meses que supuso la detención de abril de Sabino Euba Cenarruzabeitia, Pelopíntxo, en París cuando intentaba huir a México. Asimismo, en una operación desplegada un mes después en diversas zonas de Francia, se realizaron una treintena de capturas de presuntos miembros de la banda y se localizaron numerosos pisos de seguridad.El tono de la carta no deja lugar a dudas sobre el estado de ánimo que aflige a Txapu: "Yo personalmente no estoy bien, ni me sobra moral. Éstos [los miembros de la dirección etarra] me han pedido hacer el trabajo que he realizado, continuar realizándolo pero en otro lugar. Es verdad que en cuatro años he efectuado un buen trabajo, pero en estos momentos no tengo moral para semejante trabajo. Ese trabajo es desagradable y muy ingrato, por lo tanto no sé todavía que hacer".

Txapu, de este modo, se refiere a su labor como responsable de dar cobijo a los refugiados etarras, lo que en la práctica equivalía a buscar escondites a activistas huidos de España al sentirse quemados o terroristas aún situados en la reserva. Todo ello, le hacía acreedor de un amplio conocimiento sobre la infraestructura de la banda y sobre el paradero de sus más preciados pistoleros. Por encima de tal condición de responsable de refugiados, Txapu -apodo que le venía de chapuzas, por su antigua profesión de fontanero-, había visto recientemente aupado su papel debido a las continuas detenciones de sus cabecillas.

A renglón seguido, la carta adquiere un tono más personal. "De tu ex mujer, no sé mucho, la última vez que la llamé, sin comerlo ni beberlo, me montó una pirula por teléfono. Ya ves, yo estaba hecho un cristo y tuve que aguantar sus hostias todavía. Bueno, de todas formas desde que tú le dejaste, estas cosas han ocurrido a menudo y yo me estoy cansando".

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