Descreído
No me creo nada. Ni tan siquiera que esta carta llegue a publicarse. No me creo que los serbios sean tan malos y todos los demás tan buenos. No me creo que cada día se lleve a cabo "el mayor ataque desde que se inició la guerra". No me creo que sólo se pueda informar desde un lado de las trincheras. No me creo que después de meses de "brutal bombardeo", "noche de infierno", "diluvio de fuego", y "ataque dantesco", Sarajevo siga en pie. No me creo nada de periodistas con atuendos paramilitares y chalecos antibalas jugando a jugarse la vida. No me creo nada de informaciones llenas de literatura y vacías de objetividad. No me creo nada de tantas opiniones y suposiciones. No me creo tanta tinta para unas realidades y tanto silencio para las mismas. No me creo que no se pueda informar sin manipular. No me creo nada, o casi nada, de esta maldita guerra.-
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