El cristal defendería del frío al pabellón de Madrid
Los arquitectos del pabellón de Madrid en la Expo están barajando la posibilidad de acristalarlo si éste se erige finalmente en el Arroyo de la Venga (Alcobendas). La decisión final del traslado corresponde a Cajamadrid, que lo financia. "Quizá no fuera cristal el material utilizado", explica uno de los arquitectos, Ricardo del Amo. "Quizá se usaría metacrilato, pero, para entendernos, el efecto sería el mismo que el acristalamiento".
La estructura abierta del edificio, no especialmente adecuada al clima de Madrid, no parece, sin embargo, un grave inconveniente, ya que el alcalde de Alcobendas lo plantea como un edificio-monumento que puede quedar como recuerdo de la Exposición Universal de Sevilla. Aun así tendría un uso muy parecido al actual. La opción que cobra mayor fuerza esta de conservar su carácter de centro de ocio y cultura. Se seguiría utilizando el auditorio -con capacidad para 400 personas-, la sala de exposiciones y quizá también el restaurante. Tanto el alcalde como los arquitectos están de acuerdo en ello.
Demolición en Sevilla
Sobre el coste de la operación de trasladarlo de Sevilla a Madrid, los arquitectos dicen que lo diseñaron sobre la idea de que su estructura principal debía demolerse en Sevilla.
"Si hubiéramos hecho un edificio tecnológicamente preparado para ser desmontado y trasladado, nos habría costado más del doble, porque lo caro es la mano de obra", explica Ricardo del Amo. "Así, su construcción ha sido barata [350 millones de pesetas]". El edificio que se erigirá en Alcobendas aprovechará algunos elementos -escaleras mecánicas, instalación de fontanería o aire acondicionado- y se hará nuevo el resto. "El edificio que se construya en Alcobendas tendrá la ventaja de que no será un edificio ya usado y pateado por 15.000 personas diarias".
Los tres arquitectos que diseñaron este cubo de 27 metros de altura en seis plantas -José Luis Solans, Pilar Briales y Ricardo del Amo- dirigirán también las obras de construcción del pabellón en Alcobendas. "Para un arquitecto es una suerte hacer su propia obra dos veces", dice Del Amo.
Su demolición, traslado de algunos elementos y nueva construcción en Alcobendas es una operación que costará, según el Ayuntamiento, entre 300 y 400 millones de pesetas. "Trescientos los pondría Cajamadrid, y el resto, nosotros", explica la portavoz municipal. En Cajamadrid no se ha tomado ninguna decisión. "No podemos decir nada todavía", respondió ayer un portavoz.
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