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Detenido en su escondite de Nápoles el jefe de la Camorra Carmine Alfieri

Carmine Alfieri, de 48 años, fugitivo desde 1982 por ser el jefe más poderoso de la siempre fragmentada Camorra, fue detenido por los carabineros al alba de ayer mientras dormía en un escondrijo excavado bajo un chalé rural próximo a Nápoles, capital precisamente de esa rama del crimen organizado en Italia. Le acompañaban dos guardaespaldas pero, sorprendentemente, ni éstos ni su jefe portaban armas. Informes recientes identificaban a Alfieri como el delincuente más rico del país. Sin embargo, el menor peso político y social de la organización que dirige hace que su detención sea menos importante que la del mafioso Giuseppe Madonia, registrada el pasado domingo.

"Esta operación es fruto de una larga y minuciosa actividad de investigación iniciada hace muchos años", explicó ayer Carlo Alfiero, coronel jefe de los carabineros napolitanos, a una opinión pública italiana que ve con asombro cómo los frutos de esfuerzos tan antiguos se están acumulando en estos pocos días, coincidiendo con un momento explosivo de todos los males tradicionales de Italia, desde la economía hasta la política.Con una fachada legal de importador de carne y maderas de Rumania, Carmine Alfieri, llamado O'ntufato por su mirada siempre torva, levantó un imperio criminal desde Nola, pequeña localidad de la provincia de Nápoles, que extiende su influencia hacia la zona del Vesubio y hasta el mar por Salerno. Se dice que ni una hoja se movía en ese área sinque O'ntufato lo supiera. Prueba de ello es que, en aras de negocios mayores, desapareció la pequeña delincuencia. Un informe publicado hace un año sobre los negocios de la delincuencia organizada en Italia atribuía a Alfieri una facturación anual de 1,5 billones de liras, superior a la de cualquier otra organización camorrística o mafiosa.

Aglutinar a los clanes

Sea exacta o no esa cifra, el éxito de Alfieri sería, según los investigadores, haber logrado aglutinar a un buen número de clanes napolitanos en una estructura piramidal, denominada Nueva Alianza, similar a la de la Mafia. O'ntufato llegó así, supuestamente, a colocarse en la cúspide de la unidad camorrista que Raffaele Cutolo intentó promover.Cutolo sucumbió bajo el peso de las luchas internas y hoy cumple siete cadenas perpetuas por aquel proyecto de consolidar lo que se llamó la Nueva Camorra Organizada. Ni siquiera su ingreso en la cárcel ha logrado que cesen los asesinatos de miembros de su familia.

Carmine Alfieri es el protagonista de uno de los episodios más sangrientos de aquella guerra, ya que la policía le considera responsable del asesinato masivo de Torre Anunziata. El mediodía del 26 de agosto de 1984, un domingo soleado, unos 15 sicarios invadieron con un coche y una furgoneta un cruce de calles de la localidad citada y abrieron fuego contra los que charlaban en la zona. Murieron en el acto ocho de aquellas personas, gentes ligadas al contrabando que se acercaban al Círculo de Pescadores que allí abre sus puertas.

La acción criminal vino a zanjar cualquier polémica sobre quién controlaba el tráfico de droga y trabajo en Torre Anunziata, y dicho control quedó en manos de Alfieri, aunque la policía no pudo llegar a probar su relación con el tiroteo.

A la vista de estos antecedentes, resulta aún más extraño que la captura de Carmine Alfieri se produjera ayer sin violencia. Uno de sus guardaespaldas, Vicenzo Cesarano, de 31 años, fue sorprendido en el apartamento mientras el otro, Marzio Sepe, de 38 años, acompañaba a su jefe en el escondrijo.

Al menos inicialmente, la policía italiana informó que en el chalé no se había encontrado ningún arma.

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