El ministro de Hacienda alemán no descarta un aumento de impuestos

Los ministros de Hacienda y de Economía alemanes, el socialcristiano Theo Waigel y el liberal Jürgen Möllemann, hicieron ayer un ejercicio de equilibrio en la cuerda floja al oponerse a abrir un debate sobre un aumento de los impuestos, aunque sin descartarlo en ningún momento. Según Möllemann, que habló ante el Parlamento para defender el presupuesto de 1993, "hay que buscar todas las soluciones posibles" antes de poner sobre la mesa el aumento de los impuestos, ya que esto "repercutiría negativamente en las inversiones en la ex RDA.

El ministro de Economía respondía así a la impresión generalizada en los medios de comunicación de que va a ser inevitable un aumento de la presión fiscal, impresión acentuada por el informe publicado el miércoles por el prestigioso Instituto Económico de Berlín (DIW), en el que asegura que el fracaso de la política de reflotamiento de la antigua Alemania comunista, acentuado en los últimos meses, ha sido debido a que el Gobierno no mantuvo el famoso paquete fiscal de solidaridad aplicado entre julio de 1991 y junio de 1992, que incluía un aumento del 7,5% de los impuestos para financiar la unificación, además de tasas en la gasolina.Möllemann prometió de nuevo "austeridad" y admitió que una parte de los fondos que llegan a la ex RDA se pierden en los recovecos de la Administración. "Hay que reorganizar el proceso para que lleguen mejor los fondos al Este". Tanto el ministro de Economía como el de Hacienda, sin embargo, no excluyeron explícitamente un aumento de impuestos, aunque tampoco lo pusieron sobre la mesa, dijeron, "porque un debate sobre la política fiscal ahuyentaría a los inversores".

El DIW, por su parte, considera que el Gobierno ha hecho una política "corta de vista" y que no va a ser posible financiar la reconversión económica de la ex RDA simplemente con los prometidos recortes en el gasto público en los que se basa el presupuesto para 1993 que se debate ahora. Según el DIW, el excesivo énfasis del Gobierno en la reducción del gasto es muy peligroso, ya que los fondos que se necesitan urgentemente para la expansión y modernización de la economía de la ex RDA, "caerán víctimas del lápiz rojo".

Según el instituto, la pretensión del Gobierno de imponer un techo de un 2,5% al crecimiento del gasto federal, es totalmente "irreal". Sólo el pago de los intereses de la deuda de la antigua Alemania comunista y las inversiones más urgentes en las infraestructuras y de proyectos de rehabilitación del medio ambiente -una de las mayores lacras heredadas-, podría sobrepasar lo presupuestado en 50.000 millones de marcos (3,2 billones de pesetas).

El próximo primero de enero, el impuesto sobre el IVA subirá un punto -hasta el 15%- para ajustarse a los baremos de la CE. En los últimos días han sido numerosos los rumores de que el Gobierno podría imponer un punto adicional, pero también ha sido descartado por Waigel.

La oposición socialdemócrata pide que se aumenten los impuestos sobre los contribuyentes con mayores ingresos, y a cambio el Gobierno, en su proyecto de presupuesto, incluye la reducción de los impuestos sobre las empresas y sobre sus beneficios.