Los soldados del 'homeland' de Ciskei matan a tiros a 28 seguidores de Mandela
Soldados del homeland surafricano de Ciskei abrieron fuego ayer indiscriminadamente contra una muchedumbre de seguidores del Congreso Nacional Africano (ANC) y mataron al menos a 28 personas. Otras 200 recibieron heridas de distinta consideración cuando los soldados trataron de detener a tiros una marcha de miles de personas que pretendía tomar Bisho, la capital de Ciskei, y derrocar el régimen del general Oupa Gqozo, contrario a las tesis del ANC. El ministro de Exteriores surafricano, Roelof Botha, dijo que la situación en Ciskei es crítica.
Más de 50.000 seguidores del ANC se reunieron ayer en King William's Town, en el lado surafricano de la raya con Ciskei, para iniciar desde allí una marcha hacia Bisho, justo al otro lado de la frontera, en cuyo estadio tenían previsto concentrarse antes de distribuirse por toda la localidad con ánimo de forzar la caída de Gqozo. La marcha y la concentración habían sido objeto de agria polémica entre el presidente y el ANC, en la que medió un magistrado de Ciskei para autor¡ zar el mitin en el estadio, a 100 metros de la frontera.El tiroteo comenzó cuando la masa empezó, a ocupar las inmediaciones del estadio. Soldados que vigilaban la frontera dispararon dos ráfagas, cada una de más de un minuto de duración, contra la muchedumbre.
Los manifestantes iban encabezados por Cyril Ramaphosa, secretario general del ANC, y Chris Hani, secretario general del partido comunista y responsable del brazo armado del ANC, quienes fueron protegidos de los disparos por un escudo humano y alejados a toda prisa del lugar.
El jefe de Estado Mayor de Ciskei, general Marius Oelschig, manifestó que sus tropas abrieron fuego después de que un grupo de manifestantes les atacaran con armas de fuego y granadas. A un jefe de policía blanco de Ciskei se le oyó decir, mientras sonaban los disparos: "Dios mío, están fuera de control. Se han vuelto locos".
El juez de Ciskei había autorizado un mitin en el estadio, pero poco antes de que comenzase la marcha, Ramaphosa había dicho: "Vamos a tomar Bisho, no nos vamos a parar en el estadio". El objetivo último era derrocar el régimen militar y volver a colocar a Ciskei bajo el pleno control de Pretoria, que le concedió la independencia en 1981.
El presidente surafricano, Frederik W. de Klerk, suspendió una reunión que estaba presidiendo sobre federalismo para celebrar consultas urgentes sobre la matanza. "Todo ha ocurrido en Ciskei", dijo luego. "Las fuerzas de seguridad de Suráfrica no se han visto implicadas. Por lo que me dicen, la gente no ha seguido las directrices marcadas por el juez".
El ANC atribuyó a Pretoria responsabilidad en la "intransigencia" de Gqozo y manifestó en un comunicado que "la matanza no provocada de manifestantes desarmados supone un hito crucial en la actual fase de la lucha por la democracia en Suráfrica".
Ciskei, con una superficie de 5.300 kilómetros cuadrados (como la provincia de Santander), está situado en el sureste de Suráfrica y tiene una población que ronda el millón de habitantes. El líder de Ciskei se hizo con el poder en 1990 tras un golpe militar y nunca ha reconocido al ANC.
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