Tapaderas de Filesa
EL CONTABLE de una minúscula empresa que había visto cómo un banco pagaba 84 millones de pesetas por un informe sobre contenedores que él mismo había elaborado pidió cobrar por ese trabajo 25 millones. Como no se los dieron, tiró de la manta: los documentos que pasé a la prensa demostraban que su empresa y otras asociadas a ella, fundadas o gestionadas por personas relacionadas con el partido socialista, facturaron por importe de cientos de millones de pesetas a grandes sociedades por unos estudios o informes que, según el contable, jamás se realizaron (con excepción del que él mismo redactó). Los papeles también indicaban que esas pequeñas sociedades pagaron con el dinero así obtenido facturas de empresas (de publicidad y otras) que trabajaron para el PSOE en periodos electorales, e incluso el alquiler de la sede electoral central de ese partido en 1989.A la vista de tales datos, la sospecha de que esas empresas constituían en realidad la tapadera de una red de financiación irregular del PSOE no parece temeraria. Sin embargo, sólo ahora, 15 meses después del estallido del escándalo, los jueces han exigido a las sociedades que pagaron a precio de oro los supuestos informes la presentación de éstos, así como de los comprobantes relativos a las cantidades satisfechas. No menos sorprendente resulta que sólo en el mes de abril, casi un año después de la presentación de la querella por un particular, fuera llamado a declarar como testigo el contable que destapó el asunto. Pero más vale tarde que nunca, porque ni la investigación intentada por el Parlamento ni la realizada por el Tribunal de Cuentas por encargo del ministerio fiscal fueron antes capaces de establecer responsabilidad específica alguna, ni tampoco de dar respuesta a los interrogantes planteados. En particular, qué maravillas contenían esos folios sobre cuestiones como la "evolución de la petroquímica en la CE" (244 millones), o, más genéricamente, "el sector industrial de la CE" (36 millones) para valer tanto dinero. Suponiendo que tales escritos llegasen alguna vez a existir.
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