_
_
_
_

Derecho de injerencia

Hemos escuchado de todo durante la campaña del referéndum francés, pero la palma se la llevarán, sin duda, las acusaciones de injerencia formuladas por los adversarios del Tratado dé Maastricht contra los dirigentes europeos que se toman la libertad de intervenir en el debate francés. (...) Lo mínimo es que los responsables europeos se den cuenta de que la pregunta les compromete tanto como a Mitterrand.Hay varias formas de hacerlo. La de John Major es equívoca: declarar que un no de Francia interrumpiría el procedimiento de ratificación en el Reino Unido supone, al enunciar una tautología (¿cómo imaginar una Unión Europea sin Francia?), dar a entender que lucha en dos frentes y que no quiere hundirse con el tratado en caso de un rechazo francés. La contestación antiMaastricht en España no tiene las mismas proporciones que en el Reino Unido, y Felipe González ha venido a Francia a hacer campana con toda sinceridad a favor del sí.

Por el contrario, la tarea del canciller alemán es más delicada. Los partidarios franceses de Maastricht han recurrido desmesuradamente en estos últimos tiempos al argumento según el cual este tratado sería el único medio de contener las supuestas tendencias nacionalistas o hegemónicas de Alemania. (...) Evidentemente, Helmut Kohl no podría asumir este esperpento antigermánico ante los telespectadores franceses.

4 de septiembre

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_