Los familiares del militar asesinado plantan a García Vargas

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, presidieron el responso que se celebró en el cuartel General Arroquia, de Salamanca, por el coronel Antonio Heredero Gil, asesinado presumiblemente por ETA al hacer explotar una bomba colocada bajo el automóvil que conducía. Al acto celebrado en la instalación castrense no asistieron los familiares de la víctima, y tampoco ninguna autoridad civil estuvo presente en el funeral que posteriormente se celebró en la iglesia de María Auxiliadora, tras el cual los restos mortales del coronel recibieron sepultura. La ausencia de la familia en el responso celebrado en el acuartelamiento, acto cerrado también a los medios de comunicación, se produjo porque "parece que no querían nada oficial con el ministro", dijo textualmente a EL PAÍS un senador del Partido Popular que pidió no ser identificado.