El Banco de España apoyó la peseta en agosto con 200.000 millones

El Banco de España gastó más de 200.000 millones de pesetas de las reservas exteriores para mantener el valor de la moneda española frente al marco alemán durante el mes de agosto. La mayoría de las intervenciones de la autoridad monetaria se realizaron durante la última decena del mes, cuando la caída del dólar provocó una fuerte inestabilidad en los mercados de cambios. Ayer, la divisa estadounidense volvió a marcar nuevos mínimos. Frente al marco cotizó más bajo que nunca, y en España se situó a 90,6 pesetas, el mínimo del año.

La inestabilidad monetaria de la última mitad de agosto ha llevado a que algunos de los bancos centrales de los países miembros del Sistema Monetario Europeo hayan realizado las mayores intervenciones de su historia para mantener sus respectivas monedas. El Banco de España ha dedicado aproximadamente el 3% de sus 7 billones de pesetas de reservas a sostener la moneda española, cuya cotización roza los últimos días las 65 pesetas por marco. Ayer cerró a 64,9 pesetas frente a la divisa alemana. Ello supone, por una parte, cumplir el objetivo del Ministerio de Economía de no depreciarla más allá de las 65 pesetas por marco, y, por otro, mantenerla en un nivel que no expulse a la libra esterlina de su límite mínimo en el SME. La esterlina y la lira, italiana han sido las divisas más perjudicadas por la tormenta en los mercados que ha provocado el dólar.Ayer mismo continuó la caída del billete verde. Las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, negando una intencionalidad política en la debilidad del dólar, no pudieron evitar que la moneda norteamericana marcara un nuevo mínimo histórico frente al marco, al cotizar a 1,3977, y un mínimo anual frente a la peseta, al fijarse en Madrid un cambio medio de 90,674 pesetas.

Las perspectivas siguen siendo pesimistas respecto al dólar. Ayer se conoció el índice de los principales indicadores de actividad económica en Estados Unidos, con un leve avance del 0,1%, y el viernes se difundirán las cifras de paro, que si confirman la mala tendencia anterior podrían forzar una nueva caída de los tipos de interés.

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