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España deberá invertir 3 billones para detener el déficit de agua, según Borrell

El ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, afirmó ayer en Santander que el Estado deberá invertir tres billones de pesetas en los próximos 20 años para que el déficit de agua de España -3 kilómetros cúbicos anuales- no se triplique. Borrell abrió así el curso Política Hidráulica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Además, apeló a la solidaridad regional para resolver los problemas hídricos.

José Borrell señaló que el Gobierno destina actualmente en los Presupuestos Generales del Estado unos 110.000 millones de pesetas por año para las políticas hidráulicas, y añadió que es insuficiente."El agua ha dejado de ser un bien gratuito. La escasez y uso abusivo plantean una seria amenaza para un desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente", dijo; y se refirió al "imperativo social de resolver solidariamente todos los problemas en España" para explicar los planes del Gobierno, que en febrero llevará al Congreso el proyecto de ley del Plan Hidrológico Nacional.

Borrell señaló que el agua que consumen los españoles por año equivale a la capacidad de 30 cubos de un kilómetro de arista, pero que han de soportar un déficit de tres cubos, "que se convertirían en nueve si de aquí al año 2012 no se hiciera nada". Añadió que la solidaridad exige dotar de infraestructuras adecuadas a las cuencas que teniendo recursos hidráulicos abundantes no pueden aprovecharlos".

Carreteras y embalses

Borrell explicó que España es un país que no está muy lejos en cuanto a precipitaciones de la media de la CE. El gran problema está en la distribución por regiones y en que la media de consumo de agua por ciudadano es la más alta de Europa. Los recursos hidráulicos brutos nacionales están formados por una tercera parte de los 340 kilómetros cúbicos de precipitación, media anual sobre España.De ellos, se aprovechan 46 kilómetros cúbicos anuales. Para conseguirlo ha sido necesario, según Borrell, invertir cinco billones de pesetas en un impresionante sistema hidráulico con 1.000 embalses y 500.000 pozos y galerías.

José Borrell manifestó también que la construcción de 4.000 kilómetros de autovías le permite contemplar el tema de las carreteras mucho más desahogadamente que la política hidráulica. El trasvase Tajo-Segura, una obra que calificó de "ciclópea", funciona a un tercio de su capacidad, porque en la cuenca del Tajo no hay agua suficiente.

El titular de Obras Públicas afirmó que las Confederaciones Hidrográficas tienen cuentas de unos 40.000 millones de pesetas que no se les han pagado. Esta deuda se debe al impago del canon de vertidos de los ayuntamientos y de los agricultores.

Los aumentos de la oferta previsible han de obtenerse, según el ministro de Obras Públicas, utilizando en cada caso los recursos de mayor interés: mejora del aprovechamiento de los ríos mediante embalses de regulación y reordenación del aprovechamiento de los recursos subterráneos.

La política hidráulica, subrayó el ministro, pasa también por la depuración de las aguas residuales. Actualmente sólo dispone de redes de depuración un 40% de la población española, asentada principalmente en las grandes ciudades.

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