El Parlamento alemán estudia crear una policía especial antidisturbios
La Comisión de Interior del Bundestag (Parlamento alemán) y el Sindicato de la Policía (GdP) se reunieron ayer en Bonn para discutir sobre el proyecto de creación de una unidad especial de la policía destinada a enfrentarse al terror callejero, tanto neonazi como de extrema izquierda. Los ataques sufridos estos días por los centros de refugiados en siete ciudades alemanas han sido el detonante para que tanto el Gobierno como la oposición estén de acuerdo en que el Estado debe dotarse de elementos de control de este especial vandalismo. Durante la noche del lunes, una bomba dañó un monumento judío en Berlín erigido en memoria de la víctimas del régimen de Hitler.
La Oficina de Defensa de la Constitución (Verfassungschutz) indicó ayer que en lo que va de año se han producido 742 acciones violentas protagonizadas por extremistas de derecha. Hermann Lutz, el presidente del GdP, propuso la creación de una unidad especial de la policía siguiendo el ejemplo de los llamados Comandos de Operaciones Especiales (Sondereinsatzkommandos), que debería estar dotada de helicópteros preparados para operaciones nocturnas y vehículos especiales. Los miembros de esta unidad aprenderían artes marciales.Hans Gottfried Bernrath, jefe de la oposición socialdemócrata en la Comisión de Interior, anunció inmediatamente su apoyo al proyecto.
Otras propuestas de los diputados incluyen el establecimiento de Tribunales de Emergencia, la creación, al margen de lo que decreten los tribunales ordinarios, de una pena de una semana de cárcel para cualquiera que arroje piedras o bombas incendiarias y extender la culpabilidad a los espectadores pasivos.
El presidente de la Verfassungschutz, Eckart Werthebach, considera que la violencia protagonizada por la extrema derecha "puede aún aumentar considerablemente". Según Werthebach, la brutalidad de los grupúsculos neonazis ha dado, en los últimos días, "un salto cualitativo".
Sobre la extensión del fenómeno neonazi y su incidencia en las dos partes del país, el director de la Oficina de Defensa de la Constitución indicó que en la antigua Alemania comunista hay en la actualidad unos 3.000 militantes, mientras que en la parte occidental del país, donde habitan casi el cuádruple de habitantes, la cifra de skinheads (cabezas rapadas) no alcanza los 1.200.
Nuevos incidentes
La noche del domingo al lunes se produjeron nuevos incidentes. En Berlín un monumento a la memoria de las víctimas judías deportadas por el régimen nazi fue dañado por una bomba.En la ciudad de Cottbus, en Brandeburgo, por segunda noche consecutiva, la policía se enfrentó a un centenar de neonazis que pretendían atacar un alberge para extranjeros. Se practicaron 16 detenciones.
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