45 muertos al despeñarse en Castellón un autobús que iba de Barcelona a Andalucía
La salida de la autopista A-7 en la localidad castellonense de Torreblanca se convirtió a las siete y media de la tarde de ayer en un improvisado depósito de cadáveres. Apenas había suficientes plásticos y mantas para cubrir los 44 cadáveres tendidos sobre el asfalto. La víctima número 45 falleció durante el traslado al hospital. Sólo 11 personas sobrevivieron al accidente, que se produjo cuando un autobús, matrícula B-8099-LIZ, que se dirigía de Barcelona a Andalucía, cayó por un terraplén, dio varias vueltas de campana y quedó boca abajo completamente aplastado y con el techo arrancado.
El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Francisco Granados, declaró esta madrugada a Radio Nacional de España que, según el tacómetro, el autobús viajaba a una velocidad aproximada de 105 kilómetros por hora en un trarno en el que debía circular a 40. El conductor, Rafael Casado, de 45 años, se encuentra entre los heridos.El autobús, en el que viajaban familias completas con niños, salió despedido al tomar la curva del peaje de la autopista A-7 en la salida de Torreblanca, a unos 40 kilómetros al norte de Castellón. Muchos de los pasajeros del autobús tenían como destino final la Exposición Universal de Sevilla.
La visión de los cuerpos medio tapados y tendidos en el suelo permitía comprobar la violencla del choque, y entre los restos esparcidos se adivinaba la existencia de, al menos, seis cadáveres de niños y jóvenes, informa Francesc Bayarri.
"Aquí hay más coches fúnebres que ambulancias", comentaba ya caída la tarde uno de los numerosos guardias civiles llegados al lugar del siniestro.
De los 11 heridos, distribuidos en tres hospitales, cuatro se encuentran muy graves, seis graves y uno leve, informa Adolf Beltrán.
El director general de Protección Civil de la Generalitat Valenciana, Joan Binimelis, que estaba de vacaciones en Castellón, acudió al lugar del suceso y participó en los trabajos de rescate.
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45 personas mueren aplastadas al caer un autobús por un terraplén en la autopista A-7 en Castellón
Viene de la Primera páginaUn portavoz del Gobierno Civil de Castellón señaló que, como causa del accidente, se barajaba la posibilidad de un reventón en alguna de las ruedas del autobús, lo que habría hecho al conductor perder el control del vehículo. La rueda trasera izquierda del vehículo estaba, en efecto, reventada, pero un agente de la Guardia Civil señaló, en el lugar de los hechos, que se trata de una hipótesis que hay que confirmar, ya que el neumático pudo destrozarse por efecto del propio a¿cidente.
Según las primeras informaciones, el autobús, de la empresa Bus Express, SA, de Cornellá (Barcelona), de unas 60 plazas, debió abandonar la autopista en Torreblanca para recoger a algunos nuevos pasajeros o con la intención de parar en algún lugar para cenar. Otra posibilidad es que el conductor, por un despiste, se desviara sin darse cuenta por la vía de salida. Al entrar en el carril de desaceleración de la autopista, que dibuja una pronunciada curva para cruzarla por un paso elevado y acceder al peaje, se precipitó por el desnivel de la izquierda.
Una de las supervivientes, la niña de 11 años Almudena Terroba, declaró en el hospital que se había dormido viendo una película en el vídeo y se despertó aprisionada entre los restos del autobús.
El autocar siniestrado tenía prevista una ruta por Bailén, Córdoba, Sevilla, Jerez, Cádiz, Barbate, Algeciras, La Línea y Gibraltar. El Ayuntamiento de Cornellá, comunicó a la una de la noche que entre los heridos
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icados no figuraba ningún vecino de la localidad y que algunos pasajeros regresaban a su tierra después de pasar unas vacaciones en Cataluña.
Efectivos de los parques de bomberos de Nules y Benicarló, fuerzas de la Guardia Civil y de la Cruz Roja, dos helicópteros, una grúa y numerosas ambulancias acudieron rápidamente al lugar del accidente. Las ambulancias, sin embargo, tuvieron poco trabajo, según señaló un portavoz de Protección Civil, ya que muy pocos de los ocupantes del autobús fueron rescatados con vida y trasladados al hospital General y al hospital de la Gran Vía, de Castellón. Dos de las personas con lesiones más graves, un hombre y un nino de seis años, fueron posteriormente trasladados al hospital La Fe, de Valencia. La zona del accidente fue rápidamente acordonada por la Guardia Civil, que organizó un dispositivo para la evacuación de los heridos con la máxima celeridad. También se organizaron áreas para el aterrizaje de los helicópteros. "Las ambulancias, por desgracia, han hecho poca falta", señaló un miembro del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana.
A las diez de- la noche, los equipos todavía estaban rescatando víctimas de entre los hierros del autobús accidentado, que fue levantado del terraplén por una grúa.
Los cadáveres de las víctimas permanecían en el lugar del accidente a medianoche. Alineados sobre el asfalto, los cuerpos aparecían horriblemente mutilados, en medio de grandes charcos de sangre. El juez de guardia realizó el levantamiento de los cadáveres, bajo la luz de focos instalados para iluminar el lugar.
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