Ausencia de tensiones ante el fin de semana
Las Bolsas de todo el mundo han entrado en una fase de estacamiento que refleja más un vacío de ideas que la culminación de la fase bajista. Los analistas encuentran algunas dificultades para definir objetivos concretos a medio plazo, sobre todo después de que los datos económicos recientemente publicados apenas hayan tenido incidencia sobre las cotizaciones. En Wall Street la justificación más a mano para este compás de espera está en la convención que el partido republicano celebrará la próxima semana, aunque detrás de esa afirmación hay un enorme escepticismo. La Bolsa así lo entendió y en la apertura apenas hubo oscilaciones. Los inversores que esperaban la tradicional subida veraniega se están quedando, de momento, con las ganas, aunque no por eso desmontan sus posiciones. Lo único destacable es el juego del corto plazo y el consiguiente castigo que lleva aparejado el no cumplir los pronósticos, sea a nivel de magnitudes económicas o de resultados empresariales. El índice Dow Jones cerró con una mejora de 15,40 puntos, y queda en el 3.328,67.Tokio abrió esta tranquila sección de cierre con una pequeña reacción alcista, aunque los 52 yenes que ganó el Nikkei se han considerado como un repunte técnico tras seis sesiones de pérdidas. Los analistas insisten en que la tendencia continúa siendo negativa. En Europa destacó la subida de Londres tras conocerse el dato de inflación de julio. Los precios al consumo descendieron un 0,4%, algo que sorprendió a una Bolsa. El índice FT 100 ganaba al cierre de la sesión un 1,69%, 39 puntos. París terminaba la semana con un avance del 1,81%, mientras que Francfort consigue frenar su racha de mínimos y cierra con una subida del 0,44%.
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