Presos

Estimado señor: agradezco su carta de contestación a la que con anterioridad yo le había mandado desde la prisión de Carabanchel, lo cual me da a entender que reciben y leen la correspondencia que reciben.Pero me parece lamentable y penoso que me diga que por exceso de originales no les es posible proceder a la publicación de mi carta. Me pregunto cuándo en este país nos vamos a dejar de hacer eco de los presos en las páginas de sucesos.

Somos personas normales, y hay bastantes que estamos sufriendo las injusticias de esta sociedad y que se reflejan, lamentablemente, en actos como el interno de Alcalá Meco II, que se ha suicidado, habiendo ingresado en prisión por una causa cometida en el mismo año que yo, en 1984, y que cuando ya no hay remedio digan que no comprenden cómo le han podido ingresar en prisión estando ya reinsertado como estaba. ¿Por qué tenemos que llegar a este punto?

Denunciemos los casos como la violación de la niña de

nueve años por un preso de Valladolid, que no tiene derecho a la vida y los mismos presos denunciamos, pero denunciemos también las injusticias del poder judicial. Pero eso hay que hacerlo antes, antes de llegar al extremo del interno de la cárcel de Meco.

Como le digo, hacerse eco de los presos no sólo en la página de sucesos; también hay que hacerlo en la página de Sociedad, porque muchos como yo somos personas reinsertadas, y decisiones como la suya lo único que me dan a entender es la marginación social que sufrimos; la sufrimos con la justicia, y ahora usted me está haciendo ver que esto es un círculo vicioso que gira alrededor del poder y su periódico, del que soy lector asiduo y que es el de mayor difusión nacional, que son igual de partidistas que los demás. Sin nada más, reciba un saludo, y le ruego que sean profesionales y no unas simples marionetas del Estado.- Quinta galería. Prisión de Carabanchel.