Que Alá los proteja
Málaga.
Quisiera elevar una enérgica protesta por la imprevisión, la negligencia y el consiguiente caos creado en Algeciras y accesos con la llegada masiva de magrebíes, conocida y previsible, ya que éste no es un fenómeno nuevo. Cómo es posible que una de las dos navieras que operan en el paso del Estrecho no esté operativa en estas fechas; al margen de sus problemas internos, son las autoridades quienes, a la vista de la situación, deberían conminar a esta empresa a prestar su servicio, o en su caso retirar la concesión; yo estoy seguro que en dos días estarían seis ferrys griegos dando este servicio. ¿Y por qué no? Los transportes militares, ante una situación de auténtica emergencia, ¿no podrían echar una mano?Lo que no es admisible es que un colectivo de 30.000 almas (aunque musulmanes, quizá de eso tengan) esté bloqueado en nuestros puertos y carreteras, a 40 grados, sin sombra, sin agua, a un paso de su tierra prometida, a la que regresan después de un año de duro trabajo en la Europa de las solidaridades; y que el mes de vacaciones, teóricamente para solaz, descanso, reencuentro con sus seres queridos, etcétera, se lo pasen tirados por esas carreteras y puertos, olvidados, despreciados, humillados y, para más inri, hostigados por nuestras fuerzas de, en este caso, desorden público.
Nuestros hombres y mujeres bebieron la hiel de la emigración tercermundista, pero ¡oh qué corta memoria! Esperemos que no se cumpla el adagio de que quien ignora u olvida su historia se verá abocado a repetirla. En fin, que Alá los proteja, porque la España democrática no los proteges ¡ni del sol!-
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