El Gobierno británico presentó ayer su proyecto de reforma radical de la enseñanza pública

El Ministerio de Educación británico presentó ayer el Libro blanco de la enseñanza que contiene las bases para la reforma del sistema educativo en Inglaterra y Gales. "Nuestras propuestas son radicales, sensatas y responden a los deseos de los padres", afirmó el ministro británico de educación, John Patten. Según el ministro, el Libro blanco será el instrumento que permita mejorar la calidad de las escuelas y estimular su diversidad. El Gobierno pretende que las escuelas, sometidas ahora al control de las autoridades locales, pasen a recibir sus subvenciones directamente del Estado. La reforma establece la creación de un nuevo organismo, que será la encargada de destinar los fondos públicos a las escuelas "autónomas". Según Patten, este sistema dotará de mayor "democracia local" a la dirección de las escuelas.Estimular la especialización delos colegios en materias cómo economía, lenguas, arte y música, es otro de los objetivos. Las escuelas se especializarán en las asignaturas para las que dispongan de mayores medios, sin dejar de cumplir con los planes de estudios fijados por el Ministerio de Educación.

Además, se incrementará el número de inspecciones en las escuelas -sobre todo en los suburbios- para comprobar si mantienen el nivel educativo requerido. Con la reforma aumentarán también los controles de asistencia a las clases. El Ministerio de Educación prevé que en 1994 al menos 1.500 de los 25.000 colegios recibirán sus subvenciones del Estado sin que las autoridades locales actúen de intermediarias. Los sindicatos de la enseñanza y la oposición laborista criticaron ayer el proyecto por considerar que reduce los derechos de los padres, ignora las necesidades de los niños y además, aplica arbitrariamente las leyes del mercado a la educación.