_
_
_
_
_

La Mafia sigue matando en Sicilia, pese al amplio despliegue del Ejército

La Mafia no ha reaccionado aún ante el despliegue del Ejército en Sicilia, pero sí ha demostrado que su presencia en las calles no le impide seguir matando. Un comando, a bordo de una o dos motocicletas, mató el lunes por la noche a un inspector jefe de policía en la periferia de Catania, donde los gobernadores de la región estudiaban la distribución y coordinación de las tropas. Ayer se supo que una joven confidente del asesinado juez Paolo Borsellino se suicidó el domingo en Roma arrojándose por una ventana.

"Si explotara una gran bomba dentro de cinco o seis días, podréis pensar que se trata de una represalia contra la decisión de desplegar al Ejército. Excluyo, en cambio, que este homicidio sea una respuesta", declaró el gobernador de Catania, Domenico Salazar. Giovanni Lizzio, de 47 años, padre de dos hijas de 16 y 20 años, es el representante del Estado de mayor nivel asesinado hasta hoy por la Mafia en la capital oriental de Sicilia.Pero su muerte parece ser un elemento más del reguero de sangre cotidiano generado en Italia por una delincuencia organizada que causa cada año unas 1.600 víctimas. Los investigadores buscan él motivo por el cual un comando motorizado siguió al coche del policía desde su oficina hasta el semáforo donde fue. abatido, por disparos en el tórax y la cabeza. La técnica empleada es la habitual de los asesinos a sueldo de la Mafia. Los asesinos lanzaron billetes de pequeña cuantía sobre el cadáver, lo que provocó el rumor de que Lizzio figuraba en una lista de policías presuntamente pagados por la Mafia, encontrada hace meses en un coche cargado de dinamita.

Extorsión

Un indicio más sólido es que Lizzio era jefe de la unidad antiextorsión catanesa, que lucha contra aquellos que imponen el pago de una protección a los empresarios. Recientemente, Lizzio había detenido a una docena de personas relacionadas con esa práctica, la tercera fuente de ingresos de la Mafia, después de las adjudicaciones de servicios y obras públicas y el comercio de la droga.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En Catania, durante los últimos dos años, la violencia para lograr el pago del denominado pizzo había llegado hasta el asesinato de dos empresarios, el incendio de unos grandes almacenes propiedad del magnate Silvio Berlusconi y la destrucción de fábricas de muebles. Según las autoridades, Lizzio había entrado recientemente en contacto con un arrepentido que le estaba suministrando información muy valiosa para conocer el funcionamiento de los clanes mafiosos de Catania.

Los arrepentidos dudan, tras el asesinato de Borsellino, de las promesas de proteción que les hace el Estado Uno de ellos, Rosario Spatola, que escondió en su casa de Sicilia al banquero Michele Sindona, ya ha anunciado, irónicamente, que no hablará: "No quiero poner en peligro la seguridad de mis guardaespaldas".

Más trágica ha sido la decisión de Rita Atria, que el domingo burló a los policías que, la protegían y se lanzó por la ventana de su apartamento en Roma. Con 18 años, hija y hermana de mafiosos asesinados por la Mafia, había ayudado a Borsellino a procesar a un diputado democristiano acusado de colaborar con el crimen organizado. "Ya no tengo quién me proteja, no puedo más", dejó escrito como mensaje de despedida.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_