Las constructoras modifican más a la baja su previsión de crecimiento para 1992

Las empresas constructoras prevén que este ejercicio será aún peor de lo que habían supuesto en un principio. Los cálculos iniciales de SEOPAN, organización que agrupa a las principales empresas del sector, fijaban para 1992 un decrecimiento de uno o dos puntos.Sin embargo, Mariano Aísa, presidente de SEOPAN, reconoció ayer que tenemos que revisar a la baja este pronóstico inicial, aunque todavía no podemos determinar cuanto, puesto que aún están por analizar los efectos del plan de ajuste del Gobierno", que fue aprobado precisamente ayer por el Consejo de Ministos.

Este reajuste general puede afectar también a las proyecciones de 1993, año para el que los constructores- esperaban volver a la senda del crecimiento. Aisa, no obstante, no quiso entrar en más detalles, "puesto que se está generando una nada recomendable situación de nerviosismo entre las empresas". Aún así, pidió al ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, que "licite cuanto antes las obras por 350.000 millones de pesetas que tiene prometidos".

Respecto a las deudas del conjunto de las administraciones con las constructoras, el presidente de SEOPAN recalcó que prácticamente se han estabilizado, "aunque todavía rondan los 750.000 millones de pesetas". Esta deuda de las administraciones públicas ha sido la excusa esgrimida por algunas grandes constructoras para dilatar o renegociar, según los casos, los pagos a efectuar a sus respectivos proveedores.

Mariano, Aísa realizó estas consideraciones en el transcurso de la presentación de un estudio sobre la construcción y el medio ambiente. Dicho análisis -realizado por la consultora Environment, Transportand Planning recoge que la demanda de obras destinadas a la protección. del medio ambiente durante el periodo 1992-1995 generará una cifra de negocio superior a los 1,5 billones de pesetas.

En la actualidad, la demanda global se sitúa en torno a los 120.000 millones de pesetas, de los cuales 106.000 millones corresponden a inversiones públicas, y sólo a 14.000 millones de pesetas a empresas privadas.

El estudio también resalta que la mayoría de las grandes empresas constructoras han comenzado a invertir en este tipo de obras, aunque en un nivel todavía bajo. En estos momentos, el subsector dedicado específicamente al medio ambiente supone el 10% de la facturación global del sector de la construcción en España.